Luchaban horas por mantenerse a flote tras caer en el canal ubicado a un kilómetro del casino, en dirección hacia el penal. Exhaustos y con hipotermia, estos perros belgas, que apenas tendrían unos dos o tres años, intentaron escalar la pendiente de estas húmedas paredes verticales sin éxito alguno durante horas, hasta que una pareja de ciudadanos que paseaba por allí se percató y llamó a la Policía Local en busca de ayuda. Un aviso que cayó en las manos indicadas, las del agente José Luis Medina, ex bombero militar, que acompañado del oficial Juan Carlos Mesa, no dudó en hacer todo lo posible por salvar la vida de estos canes. Estando allí, viendo que no venían los bomberos y con el miedo de que pudieran tardar por cualquier imprevisto, sin pensárselo dos veces, José Luis sacó del coche patrulla su dispositivo de escalada y se lanzó al canal, no sin antes atar la cuerda entre ambas ventanas del vehículo, utilizando el bastidor central, y ponerse el arnés. Un dispositivo que suele llevar, por si acaso, encima y que utiliza sobre todo en su tiempo libre desde hace al menos quince años. Un gesto extraordinario que ha permitido salvar la vida, en esta ocasión, de ambos animales.
Al ver la difícil situación de los animales, José Luis Medina tomó así la iniciativa: "Yo llevo normalmente en mi equipo de trabajo un pequeño equipo de escalada por si puedo ayudar a alguien. Vi la opción, lo monté y lo saqué. Bajé a pie de canal, los llamé, se me acercaron, agarré a uno y lo subí como pude. Con una mano agarraba al perro y con la otra mano agarraba la cuerda. Lo deposité y tal como lo puse, se fue corriendo", describió Medina. Luego hice lo mismo con el siguiente gracias a la ayuda de mis compañeros, que tiraban de mí para subirme", explicaba José Luis.
"No había peligro ninguno. Solo quería aliviar el sufrimiento de esos animales", declaró humildemente el agente, quien ha demostrado una predisposición innata para actuar en situaciones de emergencia. "Si hubieran sido niños, me hubiera tirado hasta sin cuerdas", comentaba Medina a su compañero.
A pesar de su reticencia a recibir reconocimiento, su acción merece ser destacada; tal y como se ha podido comprobar, la valentía y la predisposición pueden marcar la diferencia en situaciones críticas.