El Teatro Pedro Muñoz Seca ha sido testigo este sábado 17 de junio, como marca la ley, de la toma de posesión del bastón de mando de la Alcaldía de El Puerto por parte de Germán Beardo tras el resultado arrollador que el líder del Partido Popular obtuvo, el 28 de mayo, en las elecciones municipales. Veinte días después, Beardo, en un Pleno de Investidura que ha transcurrido con normalidad, aunque con más de un abucheo y comentario por parte del público asistente, ha vuelto a proclamarse alcalde de El Puerto por segunda vez consecutiva. Lo ha hecho con los 14 de los 25 votos de los concejales de la Corporación municipal, cinco del PSOE, tres de Vox, dos de Unión Portuense y uno de Izquierda Unida, que le garantizaron la mayoría absoluta necesaria para revalidar su cargo por segunda vez consecutiva. Un hito sin precedentes en el municipio.
En una sesión plenaria en la que se constituyó la nueva Corporación, con once ediles que se estrenaban en el Salón de Plenos; la mayoría de los representantes repite tras el mandato anterior. Los ediles fueron llamados a jurar o prometer su cargo de uno a uno (PP y Vox optó por el juramento y el resto por la promesa); destacando la del concejal de IU José Luis Bueno que expresó su compromiso de "defender desde el municipalismo los valores democráticos, laicos, feministas y los intereses de la clase trabajadora y por exigencia legal, sin renunciar a mis principios republicanos, guardar y hacer guardar la Constitución como norma general del Estado".
Un acto rígido y sobrio, que contó a modo de decoración principalmente con el cuadro del rey Felipe VI y una imagen de la Patrona de El Puerto, la Virgen de los Milagros, además de un crucifijo de plata, que el concejal David Calleja tocó con devoción tras su juramento sin desprenderse, por supuesto, de su accesorio estrella, su bolso; bordado con sus iniciales y con la bandera del Orgullo como protagonista, que rompía con el protocolo de vestimenta donde el negro predominaba.
El Pleno municipal recién constituido, no dio lugar a sorpresas. El líder del Partido Popular se impuso en el Pleno de investidura con el respaldo de sus catorce ediles. Como es habitual en los plenos de investidura, se presentaban a candidatos a la elección los números uno de cada grupo político. Acto seguido, los veinticinco concejales eran llamados a votar por el secretario en orden alfabético. Tras la votación, el vocal de menor edad de la mesa, Jesús Garay Garrucho, abría los sobres que leía la presidenta, Mª Carmen Lara, que certificaba tras el recuento el secretario general. Tras la toma de posesión del nuevo alcalde de El Puerto, el recién nombrado primer edil juraba su cargo y recibía, visiblemente emocionado, de manos de la presidenta de la Mesa de Edad el bastón de mando. Llevándose la mano al corazón varias veces, Beardo, sin palabras, quiso agradecer el cariño recibido.
"Por mi conciencia y honor, juro cumplir las obligaciones de alcalde y guardar y hacer guardar la Constitución como norma fundamental del Estado",expresaba.
Beardo pasó a presidir la sesión, dando lugar a las intervenciones de los portavoces que, en orden de menor a mayor representación, no superaron los tres minutos acordados. Todos ellos en un tono conciliador, reconociendo la derrota, felicitaron al nuevo alcalde, tendiendo la mano al diálogo y la colaboración. El número uno del PSOE, De la Encina, incluso, aprovechó la ocasión para pedir disculpa por el episodio que protagonizó en el Pleno de noviembre. Episodio que también sacó a relucir el otro protagonista, el portavoz del Partido Popular, Javier Bello, que además de presumir de resultado, condenó "los ataques injustificados" e "insultos, menosprecios a la ciudad, a nuestro partido, a nuestra familia y a nosotros mismos porque la oposición se pensaba que todo valía para intentar derrocar al gobierno de Germán". "Nos han perseguido algunos que no tienen pantalones para hacernos frente incluso alguno que otro nos ha intentado reventar la cabeza pero todo esto se ha visto compensado en el cariño de los portuenses", concluía. Una frase que despertaba abucheos y aplausos.
Beardo inicia el mandato con un gran sentimiento de la responsabilidad, tendiendo la mano "a los grupos de la oposición para contar con una mayoría sobresaliente". Con el deseo de que en esta nueva etapa reine la paz y la concordia, "saben que conmigo pueden hablar" y con una promesa "nos dejaremos el alma en mejorar El Puerto".
"Soy muy consciente de que nos habéis prestado un voto de confianza, un voto hacia el camino de hacer El Puerto mejor, estoy agradecido. Lo haremos de manera honrada, de manera honesta y pensando siempre en el interés general. Gracias de corazón por habernos dado vuestra confianza, estamos ante el reto posiblemente más apasionante de nuestras vidas otra vez pero tened la garantía de que nos dejaremos el alma por seguir mejorando El Puerto. Pido honestamente vuestra confianza, pero también la protección de nuestra patrona alcaldesa perpetua que siempre vigile y cuide a El Puerto y, por supuesto, nuestro gobierno. Nos tenéis evidentemente a vuestro servicio, no hay nada más bonito que prestarle servicio a la gente de tu localidad. No hay dignidad política más grande que ser concejal o alcalde del pueblo de tus padres y de tus hijos y de tu familia. A ese reto os expreso un pacto de verdad, que nos dejaremos el alma por trabajar por vosotros. Por todo ello, tenéis mi palabra, vamos a más por El Puerto. ¡Viva El Puerto!", añadía.
Constituida la Corporación Municipal está prevista la convocatoria de un Pleno de Organización en el que deberán concretarse, entre otros asuntos, los nombramientos de los concejales de las diferentes áreas del consistorio.
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