Pozos Dulces empieza a recuperar la normalidad. Tras ocho años con la explanada inutilizada y una especie de recorrido de scalextric para acceder a la ciudad, se ha abierto al tráfico rodado un nuevo carril - más seguro y en línea recta- que cuenta desde la semana pasada con una marquesina de autobús y 18 farolas. Aunque de momento es provisional; todavía no se ha señalizado. La previsión es que cuando esté lista la glorieta, se reasfalte.
Las obras de urbanización de la cubierta, que empezaron a mediados de agosto, tienen un plazo de ejecución de seis meses. Lo cierto es que tras la larga espera, a día de hoy, la empresa Firmes y Carreteras (encargada de las obras) está cumpliendo los plazos marcados.
Un proyecto eterno, que de aparcamiento subterráneo ha pasado a ser uno en superficie. Si en principio se contemplaban 489 plazas, finalmente habrá 60 de uso libre -con estacionamiento para movilidad reducida, bicicletas, motocicletas, carril bici, zonas verdes, parterres, aceras amplias y muretes acordes al entorno-.
La obra se ejecuta con cargo al aval incautado de la licencia del proyecto inacabado, para el que hacía falta otros cinco millones de euros, que ha deteriorado la imagen del acceso a la ciudad todos estos años.
Una zona, muy castigada, que empieza a ver avances palpables para el alivio de los comerciantes, hosteleros, residentes y vecinos afectados. Se devuelve, así, la zona al estado que presentaba antes de las obras enterrando el dinero hasta entonces invertido; más de 10 millones de euros.
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