Por fin el matador de toros portuense Víctor Manuel Coronado, fallecido en accidente de tráfico en 2006, tiene desde el pasado viernes (2 de agosto del 2019) su merecidísimo azulejo en el cañón de la Puerta Grande de su querida Plaza Real de El Puerto.
Muchas son las vicisitudes por las que la Asamblea Taurina de Cádiz, promotora de este homenaje, ha tenido que lidiar para que este acto se llevase a cabo, recordemos que hace justamente 364 días (3 de agosto de 2018) se tenía prevista la colocación de este azulejo, pero al no ceder la entidad organizadora ni la familia del matador (recordemos que su esposa e hijo viajaron desde Venezuela y su hermana y madre se desplazaron a El Puerto desde Almería) a la intención del antiguo Equipo de Gobierno Municipal de no conceder el honor de que el recuerdo fuese colocado en el lugar que le correspondía, se declinó a la colocación del azulejo pero no al acto, ya que una gran cantidad de profesionales y aficionados taurinos se unieron fuera de la Puerta Grande para recordar al torero.
Pero como reza el dicho “agua pasada no mueve molino”, y ahora el “agua fresca”, que el nuevo Ayuntamiento le está dando al Mundo del Toro portuense, ha logrado que un hijo de esta bendita tierra de Santa María, que durante toda su vida ejerció de embajador portuense por toda la América taurina, tenga por fin su recompensa quedando su memoria inmortalizada en el lugar que sin duda alguna le corresponde: “LA PUERTA GRANDE DE SU PLAZA REAL DE EL PUERTO”.
Al acto, presentado por Manolo Herrera, acudieron la madre y hermana del torero, Germán Beardo (Ilmo. Sr. Alcalde), Álvaro González (Concejal Delegado de Plaza de Toros), y los concejales David Calleja y Francisco Javier Bello. Además muchísimos aficionados y profesionales taurinos, entre ellos los matadores de toros José Luis Galloso y “Jesús de Fariña” (amigo personal de Víctor), honraron con su presencia la memoria del torero.
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