El pobrecito hablador

Todo es relativo

Aunque seamos seres parciales y faltos de objetividad, espero que este nuevo año sea mejor para todo

Publicado: 30/12/2019 ·
13:45
· Actualizado: 30/12/2019 · 13:48
Autor

Francisco Palacios

Palacios es matemático y programador. Publicó su único libro hace ya unos años y sigue siendo el autor más leído de su calle

El pobrecito hablador

Escribo sobre lo que me gusta, pero sobre todo sobre lo que me disgusta, como un grito desesperado para no ganarme una úlcera

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El ser humano no es objetivo, si acaso de las burlas. Pero no es capaz de medir siempre con la misma vara, y todo depende del color del cristal con el que se mire. No hay ningún aspecto de todos los que nos rodean que sean susceptibles de ser vistos de diferente manera, según sea el ojo que lo observa.

Tomemos por ejemplo la edad. No hablo ya de su importancia legal, sobre todo si eres futbolista. Me refiero al hecho de que para algunos, son más trascendentales y dignos de homenajes aquellos que aún no han empezado a contar sus días en la Tierra que los que han sobrevivido a un viaje infernal y se encuentran internados sin familia ni parientes cercanos. Para ellos, los primeros son niños con todos los derechos del mundo, a pesar de que ni siquiera hayan nacido, mientras que los otros son prácticamente una panda de yihadistas violadores.

También podemos relativizar las amistades. No desde el punto de vista de las madres, pues para ellas todas son malas compañías. Me refiero a aquellos que se rasgan las vestiduras y a los que les da la cabeza vueltas cuando te ven pactando con terroristas y rompe patrias pero no recuerdan aquellos viejos tiempos en los que los terroristas eran compañeros de mesa y mantel, cuando no un movimiento de liberación, o se hablaba catalán en la intimidad, sin temor a que la Península Ibérica se partiera por una esquina, como una mesa desconchada. Lo que antes eran colegas de juegos de patio, ahora se han convertido en auténticos delincuentes. Y si no, el fiscal te lo afina.

También resulta que somos europeos, pero relativamente. Tenemos que hacer caso, a pies juntillas, todo lo europeo en materia de recortes, presupuestos, inversiones, porque pertenecemos a un ente común que bla bla bla. Pero, cuando nos sacan los colores en materia judicial, cuando nos van dejando en ridículo una vez tras otra por intentar resolver en un tribunal lo que no debería ir más allá de un buen número de reuniones alrededor de una mesa, Europa se convierte en un panda de perdedores que llevan buscando venganza desde que los tercios de Flandes les dieron en toda la boca.

A pesar de todo, aunque seamos seres parciales y faltos de objetividad, espero que este nuevo año sea mejor para todos. Absolutamente.

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