El XIX circuito de flamenco de las peñas federadas de Huelva y la provincia, en asamblea extraordinaria, presidida por el presidente de la Federación de peñas flamencas, el flamencólogo, Manuel López Martín, acordaron nominar a modo de homenaje la presente edición de este evento del flamenco de Huelva y la provincia, con el nombre del emblemático cantaor onubense, Mario Garrido Cabeza, con anterioridad gozaron en las precedentes ediciones de este privilegio, el cantaor y entrañable amigo, hijo adoptivo de la ciudad, Eduardo Hernández Garrocho, así como Juan Cazorla Pomares, de la localidad costera de Punta Umbría. Escribir en primera persona de Mario Garrido Cabeza, amigo donde los halla, al que conocemos desde la adolescencia por cercanías, al margen de la pasión artística que lleva en los genes, con esa gran humildad que tan solo saben manejar los elegidos. Y he dicho escribir en primera persona porque ahí es donde radica su autenticidad flamenca, en la persona, desde donde parten todas las coordenadas, su forma de ser, su impronta, su verdad, que luego de la misma manera trasmite para deleite de todos con el cante y que, obligadamente, tienen que admitir, le pese a quien le pese, porque Mario Garrido, en el cante, y sobre todo por Huelva, como dijo el desaparecido Manolo Limón de él “Tu cantas por derecho, tu cante es puro”. Y es así, como dicen las palabras testimoniales de nuestro desaparecido flamenco. Cuando ya Mario Garrido tenía su importante bagaje artístico allá por el dos mil seis le hice una primera entrevista en mi sección de flamenco “Huelva al compás”, y en la misma me confirmaba que se hallaba en el mundo del flamenco desde que tenía nueve años, casi nada, ya en aquellas fechas señaladas algo más arriba, ostentaba la dirección de las escuelas de cante, baile y toque de la Peña flamenca de Huelva. A Mario Garrido, lo he entendido siempre como un afortunado “tallador” del flamenco, porque ha sabido moldear y vocalizar su arte a base de constancia y perseverancia como el artista más indicado de imágenes o esculturas, y de manera muy especial por los cantes de Huelva, sin abandonar la saeta y restantes palos del flamenco. A Mario Garrido le viene el cante de su ascendiente más directo, su padre, nos recuerda que: “escuchaba a mi padre cantar cuando se reunía con los cazadores que cantaban una vez finalizada la jornada de caza”, y lo que son las cosas, de tal palo tal astilla, porque Mario también es aficionado y de los buenos a las cacerías. Mario nos confiesa que “Huelva me está escuchando cantar desde hace cincuenta años, cantaba en la desaparecida Jangarilla y en el huerto el “Pelao”. Garrido lo tiene muy claro, y en aquella ocasión nos adelantaba que el flamenco “se halla evolucionando muchísimo, pero también están metiendo muchas “bacalá”, Sinceramente nos dice que “creo que se está haciendo del flamenco muchas tonterías, sé que esto es inevitable” Enhorabuena maestro, y que sigas haciendo con el cante a Huelva más grande en lo musical, sobremanera con esa voz única, inimitable “rocosa”, como yo me permito calificar.
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