El ojo de la aguja

La Jangarilla

Para la Huelva de antaño, ‘La Jangarilla’ era un tabernón en la que fuera recoleta plaza de La Soledad, una casita ancha de planta baja y de tejas ovaladas

Publicado: 12/07/2018 ·
12:34
· Actualizado: 12/07/2018 · 12:34
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Autor

Juan Bautista Mojarro

Mojarro es un veterano articulista onubense, escritor y poeta. Ha trabajado y colaborado con casi todos los diarios onubenses

El ojo de la aguja

Un viaje por el pasado de Huelva, sus barrios, sus personajes ilustres y anécdotas, además de sus reflexiones sobre el devenir de la sociedad

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Para la Huelva de antaño, ‘La Jangarilla’ era un tabernón ubicado en la que fuera recoleta plaza de La Soledad, una casita ancha de planta baja y de tejas típicas ovaladas, donde el dueño servía  los vinos mostos de Bonares y de Lucena del Puerto, y durante la época estival los tintos típicos del verano o medias botellas con el aderezo  de platitos de altramuces, avellanas  trocitos de bacalao, habas enzapatás y aceitunas machacadas. Durante la época estival, como el local era pequeño, algunos clientes salían afuera de la taberna, bebían sus vasos de vinos apostados sobre el muro de la plaza, hablando de fútbol o de toros, tomando vinos y el fresco.

Pero ‘La Jangarilla’ tenía sobre sus espaldas, o revoloteaba sobre la misma, un episodio de la historia marinera generacional onubense que se fue transmitiendo de padres a hijos, y no es otro que la que fuera renombrada taberna en su día, fue también la casa del piloto anónimo y marino de Huelva Alonso Sánchez, del que se tiene la creencia que llegó a América antes que Américo Vespucio y que Cristóbal Colón. La taberna ‘La Jangarilla’ ya es historia con el cambio urbanístico de la ciudad  por ser víctima de la piqueta. En la actualidad, en los metros cuadrados donde se hallaba, se celebran los actos lúdicos del patrón de Huelva, San Sebastián.

A la ‘Jangarilla’, como lo ocurriera también al ‘Quitasueños, acudían de parrandas cantaores y guitarristas de flamenco de la época, como Pepe Sanz, cantaor del barrio San Sebastián, o Luis García ‘El del son’ también de este barrio,  que acompañaba a los cantaores con los nudillos de la mano sobre el mostrador, sustituyendo de esta manera al guitarrista o guitarrero, como le nombran al que toca este instrumento en Alonso. Cita también de cantaores de la talla de Paco Maestre, Toscano ‘El joyero’, ‘El Comía’, Paco Isidro, ‘El Buche’, Fortes y más reciente aún Eduardo Garrocho, ‘El Pecas’, Antonio García ‘El Brujo’ -quien mejor cantaba la soleá en Huelva-, Niño Miguel, ‘El Mixto’, Peque de la Isla, etc.  Se convertía la ‘Jangarilla’ en un alto voltaje de cante flamenco, en el que participaban no solo los aficionados a este género universal, sino también  otros onubenses que, por hallarse la taberna en un estratégico  lugar de paso, se detenían y entraban en el local, paladeando los vinos de la tierra y al mismo participaban improvisadamente en el atractivo ambiente festivo.

Hoy, en la plaza de La Soledad,  su terruño ha sido sustituido por un arquitectónico  y gris de losetas y vistosas palmeras ornamentales, que anteceden a la añeja ermita de La Soledad, nunca mejor dicha la frase.

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