Si va a leer estas líneas con el corazón encogido, apaga y vámonos. Entonces más vale que se acueste y se tape no se vaya a resfriar. Quizás a usted estas alarmas y estos encierros, obligados por un jodío bicho invisible, le cojan un poco a contrapié, pero piense que los locos estamos muy acostumbrados a que nos tengan encerrados largas temporadas entre estas cuatro tapias que nos miran como si estuviéramos volados, que lo estamos y no nos quejamos. Tómeselo con calma y piense que hay cosas peores, como por ejemplo que el Barça quede campeón de Liga por la misma cara. Tómeselo con calma más que nada porque, cuando pasen los 15 días de marras, usted va a estar como para que lo metan en el manicomio de por vida y entonces no va a haber sitio aquí para tanta gente. Pero que conste que nosotros llegamos primero. Ahora bien, para que compruebe que todo es relativo, le voy a contar unas cuantas cositas que seguramente le van a aliviar la presión que tiene por culpa de tanta desgracia acumulada. En todo caso, lea usted esta página a un metro de distancia no la vayamos a liar y nos metan presos a los dos.
Dicen los agoreros que las cosas van a ir a peor y que lo que se cuenta en el Apocalipsis es una soberana pamplina comparado con la que nos va a caer encima. Y, puesto a pensar, yo creo que más bien se refieren al asteroide que viene para acá echando leches. No le quiero poner el cuerpo más malo de lo que lo tiene, pero alguien tendrá que decir que ese castañazo es peor que el virus. Eso sí que es un problema, porque no hay cosa más mala que te caiga en la cabeza, con lo delicada que la tenemos, un pedazo de asteroide, que es más grande que el tranvía que van a poner en La Isla ya mismo o dentro de la eternidad. Aquí ya no se trata de encontrarte o no con fiebre, sino que el leñazo te la quita definitivamente. Según dicen los de la NASA, el pedrusco, que mide entre 1,8 y 4 kilómetros de diámetro, llegará por aquí el día 29 de abril y que podría chocar contra la Tierra. ¿Qué me dicen? ¿A que ya lo del coronavirus le va pareciendo poquita cosa? Bueno, pues le voy a contar otra cosita que viene para acá a lo tonto y callando: el mosquito del dengue. Parece que se trata de una infección vírica que se transmite a los seres humanos por la picadura de mosquitos hembra (lo siento, pero no hay mosquitos hembro). Dicen también que produce la fiebre amarilla, incluso peor que la que tienen los forofos del Cádiz. ¿No es para gastar todos los rollos de papel higiénico que tenemos a montones en casa? Y para colmo la mayor desgracia que se puede anunciar en La Isla: se suspende la Semana Santa. El tema es mortal de necesidad y noticia no apta para los capillitas empedernidos. En fin, no sigo, aunque hay más alegrías pendientes. Le he contado todo esto, para que le sirva de consuelo y para que vea que lo del corona es poquita cosa.
Los romanos solían poner en las lápidas estas iniciales: STTL, que significaba en cristiano “Que la tierra te sea ligera”. Lo mismo digo, que estos 15 días te sean ligeros, paisano, que lo vas a necesitar. Y no te suicides, porque por muy serio que te pongas no te vamos a mandar coronas.
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