Me ha dicho el director del manicomio que está alucinando en colores, porque cada vez que le pido permiso para salir de esta colmena de locos es para comer. Y me ha preguntado con muy malas ideas que cuántas Ferias tenemos en La Isla. Le he dicho que con esta que ahora se estrena ya van tres. Se llama I Feria de Estero y hay que decir corriendo que la palabra estero no es el masculino de estera, sino que procede del latín “aestuarium” (terreno en la costa que se inunda), y este vocablo procede de “aestus” (agitación del mar). Lo que pasa aquí es que el mar se agita y nos inunda, pero con él nos llega el pescado puntero que viviendo en sus entrañas se convierte en el manjar más bueno del mundo.
Hoy quiero dedicarle estas líneas a Pepe Oneto, porque veo que está mucho más volado que yo. Si Jesús Quintero es el Loco de la colina, y yo, siguiendo humildemente su estela, soy el Loco de la salina, Pepe Oneto desde luego es el Loco de la cocina. Aclaro antes que nada que hay otro Pepe Oneto en La Isla del que sentirnos también orgullosos, que tiene el flequillo largo y tendido hacia el lado y que es periodista.
Pero al que yo me refiero hoy se llama en realidad Pepe Domínguez Oneto, aunque la gente también disfruta como él cocinando los apellidos y se fue comiendo el Domínguez hasta hacerlo desaparecer. Pepe es un hombre que se lo pasa bien trabajando en la cocina, explicando lo que hace y pasando a literatura sus experiencias y recetas.
Ha escrito multitud de libros sobre gastronomía: “Cocina terapéutica”, “Mi niño sí que come”, “!Que haya alivio!”, “Memoria de una Isla de Olores y Sabores”, “Con sabor a Carnaval” y un largo etcétera. Todos estos libros están cargados de recetas sabrosas, porque Pepe ha sido un hombre enamorado de las cosas de su tierra. He visto estos días cómo se lo pasa en grande con sus colaboradores exponiendo delante de muchos paisanos cómo se prepara el “Ostión con brotes de hierbas frescas”, o el plato innovador compuesto por “Lomo en manteca hecho con lisa de estero”, o explicando cómo se elaboran los chicharrones…
Creo que esta Feria le va como anillo al dedo, porque todas las tapas que se han preparado huelen a estero, que es lo mismo que decir a gloria bendita. Allí no encontraremos ni hamburguesas, ni esas cosas que tanto engordan a los americanos, ni falta que nos hacen, pero en las dieciséis casetas preparadas en la Plaza del Rey, el pescado y el sabor de los esteros de La Isla han estado presentes. Pepe es un comunicador nato y desde luego para transmitir algo hay que vivirlo.
Eso le pasa a él y por eso da gusto escucharlo en el Programa “Fin de semana” de la cadena COPE. No en vano ha recibido numerosos Premios nacionales e internacionales por su buen hacer. Dos veces consiguió el Premio Internacional Gourmadn de la Literatura Gastronómica, el Premio Nacional al mejor Crítico Gastrónomo, Premio al Embajador del Aceite de Oliva Virgen Extra de Baena, Premio al periodismo Luis Portero… Ha sido también Llave de Oro del Carnaval de San Fernando…
Por si faltaba poco, es Presidente de la Asociación de la Prensa Gastronómica de Andalucía y Presidente de la Cofradía Gastronómica Isleña “Los Esteros”. Es decir, que tenemos entre nosotros un hombre brillante que por su sencillez no alardea de su amplia obra ni de sus numerosos títulos. Y alguien lo tenía que decir. Como todo el mundo pregona lo que tiene, por eso yo pregono a Pepe Oneto y destaco sus méritos no solo como comunicador gastrónomo, sino como persona amable, cercana, servicial y que siempre nos regala su sonrisa perenne. Le deseo multitud de éxitos, a sabiendas de que los compartiré por partida doble, como cañaílla y como loco.
En todo caso, Pepe, llámame un día por ejemplo para hacer deporte, que me van a reñir en el manicomio por tanto salir a comer de Feria en Feria.
