La única presencia de la provincia en la noche, la comparsa algecireña, la más fiel y más leal, de forma incondicional, deja un tipo arriesgado para una comparsa, que pudiera haber dado mucho más juego en otra modalidad.
Sea como fuere, su apuesta valiente lo demuestra y ajustado al tipo, le canta al corista invidente Fernando Cabrera y aTuster (su perro) que lo presencian sobre las tablas. Siguiendo en la temática animal, compara al hombre con estos.
Buenas sensaciones y buena convinación de música la que ofrece este grupo que gusta al público.
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