Después de dos primeros premios seguidos, José Antonio Vera Luque aspira a un gran carnaval, disfrutando con los suyos y pasándoselo de categoría. No cambia su forma de ver el carnaval por tener más expectación a lo que presenta sobre las tablas cada año.
—Desde el año 2000 en la modalidad de chirigotas dan para muchos recuerdos, ¿cuál ha sido el momento que guardas con más cariño de estos años?
—Todos los años hay algo bonito, pero tenemos muy buen recuerdo de los primeros premios, de cuando ganas, sobre todo el primero, porque tu encaras el esperarte que vas a llegar hasta ahí, el resto de años puedes tener la vitola de favorito y puedes incluso puede estar dentro de tus cálculos poder ganar, pero el año de Los que van por derecho si nos lo dicen un mes antes creemos que se estaban cachondeando de nosotros, en ningún momento podíamos imaginar que íbamos a ganar aquel año. La idea era pasar a la final y verte con el primer premio fue un revolcón muy gordo. Quizá el momento de intensidad más grande fue el premio de Los que van por derecho. Después cada año tiene momento, como el de Los hinchapelotas, momentos en la calle, tablaos que son espectaculares, verte en un sitio cantando que la gente te lleva en volandas. De todos los años hay recuerdos, incluso de cuando hemos perdido, de los años chungos hay recuerdos bonitos.
—A la gente le ha dado por decir que tienes presión, ¿Qué te exiges este año? ¿Qué objetivos tenéis marcados con Los polvos egipcios?
—La presión es algo que tenemos todos los que nos ponemos a hacer un repertorio, pero la presión es de hacerlo bien, estar a la altura y gustar mucho, esa es la presión que todos tenemos. Nosotros nos marcamos hacer una chirigota que esté a la altura de lo que estamos haciendo estos años, cosa que creo que se está consiguiendo. No influye que vengamos de ganar, ni que hayamos ganado dos años seguidos para que nos hayamos visto más incómodos a la hora de hacer la chirigota o más condicionados, hemos dado con la idea que queríamos y hacer lo máximo posible en calidad y enganche con la gente. Presión tiene el médico que está con un bisturí en quirófano, nosotros vamos con una chirigota al Falla, ni más ni menos.
—El año de los regresos en comparsas, hay ausencias y bajada de número en chirigotas, ¿La cantidad influye en la calidad? ¿Es una crisis chirigotera?
—Hay ausencias de gente que los últimos años han estado en la final, como Kike, Popo, Bocu, pero eso no quiere decir que esté bajando la calidad, incluso tienen más calidad que otros años. Las chirigotas están dando calidad en su justa medida, incluso más de lo esperado. A su vez hay más comparsa, eso puede influir en que la modalidad salga un poquito más perjudicada en cuanto a representación en semifinales, cosa que por otro lado sería completamente lógica, porque en proporción hay casi el doble. La chirigota tiene mucho trabajo, porque no es lo mismo el trabajo por ejemplo que tiene el popurrí de una chirigota frente a una comparsa, que tiene un trabajo llamémoslo más técnico, de cante y afinación, la chirigota aparte tienen que resolver las cuartetas, tienen que hacer reír y si no hacen reír, no valen y tienes que quitarla poner otra. Creo que cuesta mucho más trabajo hacer una chirigota que una comparsa, imagino porque nunca he hecho una comparsa, me da la sensación porque todos los que se pasan de chirigota a comparsa, se quedan en ahí, por algo será. Eso implica que la gente tenga que descansar, puede que no surja la idea que quieres y que prefieres descansar que llevar una cosa que no gusta.
—No se te ha visto por el Gran Teatro Falla, excepto sobre sus tablas, con cameos incluidos ¿Es una declaración de intenciones sobre el uso de tu credencial de autor?
—No la he recogido. Unos cuantos autores nos propusimos no recogerlas de manera simbólica, para dar a entender que si queremos que haya más sitio para el aficionado, somos los primeros que cedemos el nuestro y renegamos de ese abono que tenemos para ir al Gallinero cuando queramos. No sé si algún día estaré colaborando con algún medio, que me lo han pedido, pero no con mi credencial. Si el año que viene se llega a un acuerdo y está la cosa más organizada que este año, volveré a las andadas y a la barra, que es lo que me gusta, pero este año ha sido un acto simbólico. Mi localidad la pongo a disposición de la organización para que la venda a cualquiera que esté loco por ir al Falla. Mi huequecito en el gallinero, que no es ninguno en especial, sino el espacio que ocupo, el contorno que mi culo ocupa en el suelo de gallinero lo cedo y yo lo veo en mi casa, que se ve muy bien por la tele.
—Has firmado el manifiesto para la modificación del COAC,¿Crees que conseguiréis uniros más para llegar a ese cambio radical en la gestión del concurso o se ha paralizado la cosa?
—Ahora está la cosa parada porque estamos en pleno concurso, estamos concursando, sería un error ahora cualquier movilización, porque el más perjudicado sería el propio concurso y el aficionado. Cuando acabe el carnaval iniciaremos de nuevo los movimientos correspondientes que hagan falta, con muchísimo más tiempo que esta vez para sentarnos, pensar tranquilos y organizarnos para darle a esto el cambio que necesita viendo el descontento que hay en muchos círculos de la gente que participa en la fiesta. Ahora mismo estamos centrados en darle brillo al concurso, hacerlo lo mejor posible, ponerlo a la altura que se merece por la parte que nos toca y cuando acabe volveremos a los despachos, las mesas y las reuniones en una época que creo que va a ser más tranquilo todo, más sosegado, más reflexionado desde el punto de vista del sentido común y no poner en peligro ninguna historia y para principio de verano podemos tener ya el esquema de la estructura que queremos y la organización que queremos para tener un COAC 2017 más cercano a lo que queremos.
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