De cara a las urnas de 28 de abril, los políticos han iniciado una precampaña electoral la que empiezan a tirarse los trastos a la cabeza. los insultos fluyen a borbotones como agua de manantiales y las promesas se lanzan al pueblo cómo caramelos de las carrozas de los Reyes Magos.
Este año veremos a más de uno disfrazado en los carnavales y portando el cirio o la vara de los Titulares en las procesiones de Semana Santa. Y es que los votos son los votos y valen igual los de don Carnal que los de doña Cuaresma. “Sepulcros blanqueados”.
Este año también veremos a más de uno con aureolas de santidad sobre su cabeza, refiero a San Oriol acompañado de su corte celestial que están siendo juzgados por golpistas en el Tribunal Supremo cuyo resultado va a influir muy notablemente a la hora de votar.
A estos independentistas que confiesan su amor a España, pero no es delito desobedecer las órdenes del Constitucional por convocar el referéndum y que además afirma que la Democracia está por encima de la Ley que recomiendo que lean el artículo 2 de la Constitución, votado por ellos y que dice que la Constitución se fundamenta en la indivisible unidad de la nación española, patria común e indivisible de todos los españoles.
Así pues, no nos tomen por gilipollas y el que se quiera separar que se vaya a Waterloo con el capullo de Puigdemont. Este año además veremos como Pedro Sánchez al frente del PSOE busca erigirse antes del 28 de abril en el salvador de las pensiones intentando desesperadamente que Podemos apoye todas las recomendaciones del Pacto de Toledo, que aunque el acuerdo puede salir adelante sin ellos, los socialistas no quieren dejarlo atrás porque los necesitará para poder formar Gobierno en caso de que sean los más votados.
La próxima semana escribiré del informe del estado de la pobreza 2018, según el cual el 27% de la población española está en riesgo de pobreza y exclusión social y el 5% padece pobreza severa, es una verdadera vergüenza.
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