Hoy tenemos unos inquilinos en el Palacio de San Telmo ocupando los despachos que durante casi 40 años ha estado instalado el Partido Socialista. El miércoles pudimos ver el debate de investidura y nuevamente afloraron los insultos por parte de los que ahora ocupan la bancada de la oposición han asumido los andaluces que no han asumido la derrota de los andaluces le infringieron el pasado 2 de diciembre.
El nerviosismo, la soledad, la soberbia y el desencaje se veían reflejados en la cara de Susana Díaz sabedora de que era el último día que ponía sus posaderas sobre ese escaño reservado durante décadas a los líderes del PSOE.
La misma cara descompuesta que presentaba cuando perdió las primarias frente a Pedro Sánchez para ocupar la secretaría general del partido y al que sin duda y envidia hasta el extremo que no le dejó hacer campaña en las elecciones de nuestra tierra. La ex presidenta está políticamente muerta, fuera de la cúpula del partido que la va a sostener a las elecciones del 26 de mayo si antes no es ella misma la que renuncia.
El nuevo presidente de la Junta ya ha anunciado que a partir de la próxima semana cuando esté formado el Gobierno empezará a desarrollar las propuestas de los acuerdos firmados con Ciudadanos y Vox, siendo el primero de ello encargar una auditoría de la situación financiera en la que se encuentra la administración, con tantas sociedades, fundaciones, consorcios y agencias que han servido de pesebre a familiares amigos y afiliados durante los más de 36 años de una corrupción instalada en el Gobierno y que ahora se dirime en los juzgados.
Pronto sabremos si hay algo debajo de las alfombras o dentro de los cajones de los despachos oficiales. Las personas son como la Luna siempre tiene un lado oscuro que no enseñan a nadie, pero que los políticos tienen la obligación de mostrar como responsable del buen Gobierno de los pueblos o en caso contrario somos nosotros los obligados a sacarlo a la luz.
Mis más sinceras felicitaciones al excelentísimo señor don Juan Manuel Moreno Bonilla por esa Presidencia tan esperada y que a partir de ahora va a marcar un día histórico para todos los andaluces y hasta me atrevo a proponerlo para que se figure en el calendario como el Día de la Comunidad por similitud con la petición de Vox que desea cambiar el 28 de febrero por el 2 de enero en conmemoración del desalojo de los moros del Palacio del Alhambra.
Y es que el 18 de enero será recordado en los anales de la historia como el desalojo de los socialistas del Palacio de San Telmo. Estoy feliz y chistoso.
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