Desde hace unos días, en todas las tertulias y debates radiofónicos, televisivos, también en los medios escritos, se viene comentando el encuentro luso-hispano que se va a celebrar en Valladolid.
Parece como si los españoles estuviésemos interesados en los temas a tratar; pues nada de eso: lo que queremos saber es por qué el doctor Sánchez, para acudir al encuentro a menos de 200 kilómetros de Madrid, lo hace en helicóptero y sus acompañantes, casi medio Gobierno, en un avión de las Fuerzas Armadas, cuando podrían hacerlo en el AVE que en poco más de una hora los dejaría en el centro de la capital vallisoletana.
No debemos extrañarnos de estos viajes del plagiador porque ya lo ha hecho en otras ocasiones como cuando acudió a las fiestas de la boda de su cuñada en Castellón. Esperamos que Moncloa diga los motivos del porqué se utilizan estos medios para viajar y, sobre todo, cuánto nos cuestan estos caprichitos del doctor Sánchez, aunque comprendo que le encante volar como a cualquier otro pájaro.
De todos modos, no debe causarnos sorpresa ya que es un ave de paso que se verá obligado a abandonar el nido y buscar el sustento en otros comederos. Y al igual que su encantadora camarada Susana, tendrá que adelantar las elecciones.
Este pájaro y su prole no pueden seguir ocupando los bancos azules del hemiciclo, reservados para los políticos honrados que ni mientan ni engañen ni defrauden. Quede constancia de que ni insulto ni calumnio, únicamente expongo una realidad palpable a tenor de las andanzas de toda la camada.
Espero y deseo que los Reyes Magos ya próximos nos traigan un nuevo Gobierno del color que sea, con un presidente que tenga vocación política y no obsesión con el poder como el doctor Sánchez.
Termino hoy mi artículo felicitando y mandándole un abrazo a nuestro alcalde David de la Encina por su nueva paternidad, deseándole a su mujer una pronta recuperación tras aportarnos una mujercita que formará parte de nuestro censo.
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