Treinta 30 monedas, la quijada de un asno, un plato de lentejas, un caballo a cambio de un reino, son algunos de los elementos que han cambiado la historia de la humanidad. Siempre basados en la traición por envidia, riquezas, poder o desesperación. No soy quién para juzgar al prójimo, pero sí expresar libremente mi opinión sobre los acontecimientos políticos ocurridos últimamente en nuestra ciudad y que tienen relación con el párrafo anterior.
El dedo índice escayolado del todopoderoso al nombrar sustituto del presidente local de los populares, al hasta entonces Alfonso Candón, sin consultar con ninguno de sus compañeros con representación municipal, con el consiguiente cabreo que ha llevado a tres de sus miembros a entregar sus actas de concejal al no ser escuchadas sus propuestas, ante las cuales el todopoderoso se escayola el dedo corazón de la otra mano haciéndoles la típica peineta. Pero ya se sabe: a rey muerto, rey puesto, y ya tenemos nuevos concejales en sustitución de los dimitidos.
Por cierto, dos de ellos con experiencias anteriores. Así pues, el grupo de los 9 ya está completo veremos el tiempo que dura porque “democracia”, que ha sido la palabra más usada desde hace cuarenta años, y también ha sido la menos practicada por el Partido Popular como hemos podido comprobar bar a nivel autonómico, local y nacional.
Denunciado en este periódico el pasado día 23 por Alejandro Merello, uno de los concejales dimitidos, es inadmisible que un comité asevere que “nunca ha habido democracia interna” y que “siempre será así”.
Es decir, el que se mueva en la foto no sale y el que manda, manda, y cartuchos al cañón. ¡Fiiiiiiiiiiirmes! ¡Aaaar! No sé por qué me suena a dictadura, pero sí sé que, con esta forma de actuar, las urnas no van a ser nada generosas con un partido que antepone los intereses partidistas al de las personas. Un partido, en definitiva, que utiliza la dedocracia para resolver sus problemas internos.
Envía tu noticia a: participa@andaluciainformacion.es
