La excesiva extracción de agua causa "graves impactos" en Doñana, según distintos estudios

Publicado: 12/02/2024
Un equipo del CSIC muestra, tras revisar más de 70 estudios científicos, la baja calidad del agua de las marismas y el declive del número de especies animales
Más de 70 estudios. Diferentes instituciones, organizaciones e investigadores confirman lo que desde el sector científico reiteran constantemente: la explotación del acuífero por la excesiva extracción de agua está causando "graves impactos" en Doñana. Así lo evidencia la revisión de distintos estudios científicos relacionados con el agua subterránea y el estado de conservación del espacio natural en los últimos 50 años

Esta revisión como expone el Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) en un comunicado se ha centrado en más de 70 estudios y ha sido llevada a cabo por un equipo, compuesto por 22 investigadores de distintos centros, que ha estado liderado por la Estación Biológica de Doñana y el Instituto Geológico Minero (IGM), ambos centros del CSIC.

La investigadora del IGM Carolina Guardiola Albert ha señalado que "desde los años 70 las diferentes voces científicas y técnicas vienen denunciando que la extracción sin control de aguas subterráneas tendría consecuencias gravísimas para Doñana. Sin embargo, es inevitable tener la sensación de que los gestores del agua y el territorio implicados en esta zona a todas las escalas no han escuchado estas denuncias, o si las han escuchado, no han logrado tomar acciones efectivas".

En este sentido, los datos de la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir (CHG) demuestran un descenso general de los niveles freáticos en todo el espacio a lo largo de las tres últimas décadas y, especialmente, en las áreas más cercanas a las zonas de extracción de agua para uso agrícola y consumo urbano. Junto a ello, numerosos estudios han registrado impactos sobre los hábitats acuáticos y terrestres de Doñana y sobre la calidad de sus aguas.

IMPACTOS SOBRE LA CALIDAD DE LAS AGUAS

El profesor de investigación del CSIC en la Estación Biológica de Doñana, Andy J. Green, ha afirmado que según coinciden estos estudios, la agricultura dependiente del agua subterránea no sólo está teniendo graves impactos sobre la biodiversidad terrestre y acuática sino también sobre la calidad del agua, a lo que ha añadido que “los aportes de nutrientes y contaminantes a la marisma han ido aumentando con la expansión agrícola y urbana, especialmente en el entorno de El Rocío”.

Esto, según los estudios, corrobora que los cultivos de frutos rojos para los que se extrae agua dependen en gran medida de los agroquímicos, que a su vez se transfieren al agua subterránea y superficial. Un caudal reducido en la marisma conduce, además, a un mayor aumento de las concentraciones de contaminantes y de la salinidad a través de la evaporación.

Asimismo, apuntan a que el cambio climático, con el aumento de las temperaturas, están favoreciendo la proliferación de algas tóxicas y plantas invasoras por este tipo de nutrientes. Se ha detectado, por ejemplo, un aumento considerable en la carga de fósforo desde el año 2000, lo cual ha favorecido la expansión del helecho acuático invasor Azolla filiculoides, con graves impactos sobre anfibios y plantas acuáticas

IMPACTOS SOBRE LOS HÁBITATS ACUÁTICOS Y TERRESTRES

Desde el CSIC han expuesto que la evidencia científica sobre los impactos que está provocando la agricultura en los alrededores de Doñana "es clara y abundante". Hay varios estudios que muestran cómo la reducción en los niveles de agua subterránea ha llevado a la desaparición de muchas lagunas, claves para la conservación de muchas especies.

Así, en uno de los estudios revisados, publicado en 2001, se detectó una caída en el nivel freático entre 1972 y 1992 de hasta 20 metros, así como la desaparición de lagunas que habían sido registradas en mapas históricos,especialmente en la zona norte, la más afectada por los descensos de agua subterránea debido en parte a los cultivos de regadío de arroz. Más recientemente, en un estudio publicado el año pasado, la Estación Biológica de Doñana identificó una pérdida de casi el 60% de las lagunas que existían en los 80. Además, se constató que la inmensa mayoría de las lagunas se llenan menos y se secan antes de lo esperado por el clima, especialmente en las áreas más cercanas a Matalascañas y a los invernaderos, lo que revela el impacto que está causando la sobreexplotación del acuífero.

Además de afectar al sistema lagunar, la extracción de agua del acuífero también está teniendo fuertes impactos sobre la marisma. Así, varios estudios realizados en el área de la Rocina a principios de los años 2000, sugieren una reducción del 60 % en la descarga de agua subterránea a los caudales que circulan por la zona, debido a la expansión de la agricultura intensiva en la zona desde entonces.

Esta realidad también ha tenido impacto sobre la vegetación terrestre. Uno de los ejemplos más características es el de los alcornoques centenarios, que están muriendo a un ritmo incesante.

Según datos de la Infraestructura Científica Técnica Singular-Reserva Biológica de Doñana (ICTS-RBD), un 8 % de ellos ha perecido ya desde 2009 y muchos están perdiendo su cubierta de hojas debido al descenso de los niveles freáticos.

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