¿Cuándo un gobernante lo hace bien y cuándo lo hace mal? Con tantas elecciones, es una pregunta que nos hacemos a menudo, y que ya nos toca responder de nuevo para las municipales y europeas. Pero, ¿cómo juzgar la gestión de un dirigente? Si nos atenemos al CIS, nuestra primera preocupación es el paro, pero por ahí la cosa está difícil. ¿Si sube el paro en Málaga de quién es la culpa? En el Ayuntamiento, PP y Ciudadanos dirán que es culpa del Gobierno y el PSOE dirá que es culpa de la Junta y del Ayuntamiento. En la Junta, el tripartito dirá que la culpa es de Sánchez y el PSOE dirá que es culpa de la Junta. En Madrid, Sánchez dirá que la culpa es de Rajoy, Casado dirá que es culpa de Sánchez y Rivera dirá cualquier cosa y la contraria. Si el paro baja, por supuesto, el mérito será de todos.
¿Y qué pasa con los impuestos? Si la izquierda los sube, la derecha dirá que es confiscatorio, se los suba a quién se los suba. Si la derecha los baja, la izquierda dirá que se los baja solo a los ricos, se los baje a quién se los baje. Y además, en ambos casos, lo que digan tendrá poco que ver con lo que hagan. ¿Y si alguien hace recortes? El que los haga culpará a la herencia recibida, salvo que el gobierno anterior fuera también suyo, que entonces culpará a una autoridad superior. ¿Y si alguien necesita a un socio cuestionable? Los únicos socios peligrosos serán siempre los de los demás, pero los propios serán intachables y entrañables, por supuesto.
Y así con todo, y además en demasiadas ocasiones con la colaboración de la prensa, que se ha convertido en una selva, plagada de trampas y engaños. ¿Cómo saber entonces quién lo ha hecho bien y quién lo ha hecho mal? Pues… para ser sinceros, no tengo ni idea.
Envía tu noticia a: participa@andaluciainformacion.es
