El PP ha encontrado por fin el problema de la política: está plagada de políticos. Yo no puedo estar más de acuerdo con el diagnóstico, y más aún con su solución: llenar las listas con gente de fuera de la política, desde periodistas, como Montesinos, hasta toreros, como Salvador Vega. Lo que no han hecho, curiosamente, es fichar a ningún policía o fiscal de anticorrupción. Aunque eso quizá se entienda, menuda inquietud puede causar ver a un agente de la ley entrando en una sede del PP. Pero, sea como sea, me parece muy acertado copar las cabezas de listas con gente de fuera de la política. Fíjense que de no haber sido Montesinos el número 1, muy posiblemente lo habría sido Carolina España, la número 2. Y todavía recuerdo cuando dijo en los desayunos de La 1 que con Rajoy España estaba exportando más que Estados Unidos, que Japón, que Italia y que Francia. Que es como decir que el Málaga tiene más Champions que el Real Madrid. O que en 50 días Moreno Bonilla ha hecho más por Andalucía que el PSOE en 40 años. Vamos, como para no buscar los candidatos fuera de la política. Dentro es que no se libra ni el alcalde. Esta semana ha dicho que la demolición de Villa Maya le pilló “por sorpresa”, a pesar de que él es la máxima autoridad de la Gerencia de Urbanismo. Pero, ¡quién iba a pensar que una licencia de demolición se solicite para hacer una demolición! Es una cosa loquísima e imprevisible. Y otro ejemplo más de que el PP acierta plenamente al prescindir de los políticos para la política. Son sin duda uno de los grandes problemas de España. Del país, digo, no de Carolina España. Que el problema de Carolina España es claramente otro.
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