Educar para el futuro

Negar la realidad para quedarse con las ideas

Y es que debemos ser conscientes de que no todo lo que sabemos es totalmente cierto

Publicado: 02/01/2020 ·
10:57
· Actualizado: 02/01/2020 · 10:57
Publicidad Ai Publicidad Ai Publicidad Ai
Autor

Antonio Monclova

Antonio Monclova es biólogo, doctor en prehistoria y paleontología, master en arqueología y patrimonio

Educar para el futuro

Análisis, crítica y reflexión sobre las necesidades pedagógicas de la sociedad para difundir el conocimiento y la cultura

VISITAR BLOG

Cada vez resulta más difícil encontrar a alguien que aplique la famosa frase “solo sé que no se nada” ante la posibilidad de aprender o conocer algo, siendo demasiadas veces sustituida por la torpe y ciertamente prepotente expresión “eso no me interesa” (aun siendo mentira). Aunque eso sí, acudiendo luego corriendo a Google para mirarlo realizando un gesto que no honra precisamente a un supuesto interés por saber, sino más bien al de aparentar que se sabe. Podríamos pensar que esta situación es un tanto desgraciada pero lo cierto es que muchas veces es peor y se utiliza más la simplona expresión “eso ya lo sabía” sin que por supuesto sea cierto, actuando de manera algo infantil y desgraciadamente con poca humildad.

Una peculiaridad de la forma en cómo actúan las personas que hacen esto es que difícilmente prestan su atención a cualquier opinión que no sea la suya, por muy razonada que pueda estar. Pero además estas personas tampoco permiten que una opinión opuesta a sus ideas logre acomodarse entre ellas ni por asomo, no sea que las vaya a invalidar (aunque sus ideas sean inequívocamente falsas). Con frecuencia estas personas para defender sus posturas, propuestas y opiniones esgrimen que son tan respetables como las de cualquier otra persona, como si esta condición implicase que deben ser consideradas como posturas, propuestas y opiniones válidas, confundiendo así el respeto a expresarse con la verosimilitud de lo expresado, señalando de paso que quien se oponga a ello les está coartando su libertad de expresión. Aunque lo cierto es que al actuar así, son esas personas las que en realidad pretenden impedir que se exprese cualquier idea o propuesta que no esté de acuerdo con las suyas.

Se hace cada vez más habitual que en los debates cuando uno de estos intransigentes se enfrenta a una opinión diferente a la suya y no es capaz de rebatirla dialogando y razonando, trate de echarla por tierra tachándola de falsa (sin argumentarlo) o utilizando argumentos ad domine contra el contrario, generalmente empleando calificativos que denigren su posición en el contexto del debate. Finalmente, en el remoto caso de que alguno de los citados intransigentes se vea obligado a tomar en cuenta una opinión o idea que no le interese, siempre le queda el recurso de emplear expresiones tan ridículas como “ese tema no me interesa” o “no me apetece hablar de ese tema”, utilizadas como pueriles excusas para retirarse del debate.

Es una lástima que la curiosidad de tantas personas en vez servir para interesarles por conocer la verdad, solo sirve para que caigan en los clickbait de Internet haciendo clics en titulares sensacionalistas o frase engañosa para poder conocer cuál es el contenido escondido detrás. Y es que debemos ser conscientes de que no todo lo que sabemos es totalmente cierto.

Envía tu noticia a: participa@andaluciainformacion.es

TE RECOMENDAMOS

ÚNETE A NUESTRO BOLETÍN