En las cenas familiares navideñas siempre se han hecho chistes sobre los cuñados y como es lógico nunca han necesitado que saliesen a defenderlos, pero según el nuevo feminismo ahora resulta que son las mujeres las padecen todo tipo de abusos y ataques en esas celebraciones.
A lo largo de estos días he podido ver en Internet numerosos comentarios, videos e incluso noticias tratando sobre cómo las mujeres pueden evitar verse sometidas por la cultura patriarcal en las celebraciones familiares de Navidad, Nochevieja y Reyes.
Tengo que decir que las opiniones más disparatadas de este discurso procedían de países de Sudamérica, en los cuales los curiosos postulados del neo-feminismo (por llamarlos de manera suave) parecen estar causando aún más estragos que en España, por mucho nos cueste creerlo.
Desde la óptica de este feminismo, entre los padecimientos que sufrirían las mujeres en las reuniones familiares navideñas no solo estaría el tener que soportar la tradicional y fea costumbre de contar chistes machistas, sino también la molestia e inoportunidad que les supone determinados comentarios y preguntas sobre temas personales.
Esto sería algo complicado de impedir en una reunión familiar y además no se refiere a que increpen a las mujeres con cuestiones contrarias a los buenos modales, solo se trata de las típicas observaciones o preguntas algo impertinentes (como te veo diferente o ¿tienes ya novio?) que les pueden hacer algunos familiares que ven de año en año, que suelen ser mayores y muchas veces también mujeres.
Ni que decir tiene que si quien hiciese esto fuera un hombre más le habría valido atragantarse con una peladilla que enfrentarse a las iras del neo-feminismo [☺]. Pero al parecer lo más importante para que una mujer no se sienta violenta en una celebración familiar navideña es que no tenga que ocuparse de ningún preparativo, ya que si lo hace siempre es por verse empujada por las costumbres de nuestra sociedad patriarcal.
Pero es peligroso generalizar, pues aunque habrá mujeres a las que le suceda esto, seguramente también las habrá (las conozco) que no dejarían que se entrometiesen en lo que organizan en su casa para un festejo navideño.
Los que patrocinan esta tontería han llegado incluso a hacer el anuncio ficticio de un cinturón para sujetar madres a su silla en las comidas navideñas y así salvarlas de tener que atender la mesa, lo cual irónicamente transmite la idea de que ellas querrían hacerlo.
Agrupar a todas las mujeres bajo un supuesto yugo machista es una de las estrategias para imponer ideologías que entre otras cosas pretenden eliminar todo lo tradicional, adulterándolo con todo tipo de artimañas buenistas como la de señalar que “todas” las mujeres son oprimidas por el machismo incluso en las celebraciones navideñas. No cuela, volved a intentarlo.
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