Educar para el futuro

Nosotros decimos lo que es mentira

A pesar de vender una imagen impecable en los principales medios de comunicación, estos portales caza-bulos muestran muchas veces menos profesionalidad

Publicado: 28/06/2019 ·
13:42
· Actualizado: 28/06/2019 · 13:42
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Autor

Antonio Monclova

Antonio Monclova es biólogo, doctor en prehistoria y paleontología, master en arqueología y patrimonio

Educar para el futuro

Análisis, crítica y reflexión sobre las necesidades pedagógicas de la sociedad para difundir el conocimiento y la cultura

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Hace más de ochenta años un político alemán de infausto recuerdo dijo que cuando al público se le repite muchas veces una mentira termina pareciéndole que es verdad.

La clave para que se produzca tal barbaridad está en la forma de plantear la mentira, pero la falta de formación y la ausencia de sentido crítico de quien la recibe también contribuyen de manera importante.

De un tiempo a esta parte la difusión de bulos, historias falsas y mentiras se está convirtiendo en el pan de cada día dentro y fuera de Internet. Generalmente guiada por intereses económicos vinculados a las audiencias y a la prisa por informar lo antes posible, y demasiadas veces a los compromisos que se establecen con la difusión y justificación de las acciones y propuestas de sectores sociales y políticos muy concretos.

Además, la dificultad para categorizar las fuentes donde se origina la información que circula por las red y todo lo que la rodea, dificulta su contrastación y verificación para quien tenga interés en hacerlo, y se convierta en algo casi imposible para quienes carezcan del conocimiento y habilidad necesaria para profundizar en la búsqueda de información en Internet.

Así las cosas y manifestando la intención de ayudar a la ciudadanía a detectar la veracidad de dicha información, han aparecido de repente en Internet varios portales que la analizarían para poner al descubierto las manipulaciones y falsedades que pudiera contener.

Con denominaciones rimbombantes tales como Malditos mentirosos o Buscadores de bulos (no son las auténticas) los busca-bulos son empresas que pretenden ganar dinero haciendo negocio con una de las partes más deliciosas de la jugosa tarta informativa, la de los bulos y las mentiras.

Pero claro, el problema surge cuando estas empresas caen en las mismas prácticas marrulleras que emplearían aquellos a los que supuestamente pretenden poner al descubierto.

A pesar de vender una imagen impecable en los principales medios de comunicación, estos portales caza-bulos muestran muchas veces menos profesionalidad que una reunión de cuñados en la cena navideña, al menos en lo que dicen hacer, pues en hacer lo contrario sí que se vuelcan.

Así, además de actuar de forma tendenciosa al buscar bulos y mentiras, manipulan informaciones y noticias de las redes para elaborar bulos a los cuales destapar (especialmente atribuibles a determinadas organizaciones y personas), llegando incluso a indagar en los contenidos de Facebook de algunas personas para organizar campañas mediáticas contra ellas.

Por suerte lo hacen con tal desparpajo y tontura que se les puede descubrir. Lo más preocupante es que algún político mencionase el interés público de estos caza-bulos, quizás pretendiendo crear una versión chusca del Ministerio de la verdad de Orwell.

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