Lo cierto es que ser autodidacta no tiene nada de especial, aunque según donde o con quien hay gente que se lo cree. Últimamente parece como si en ciertos sectores de la sociedad declararse autodidacta tuviese un punto de especial, aunque la mayoría de las veces su valor no sea más especial que el de una moneda de cartón piedra.
Así, hace unos días, en una entrevista por la radio a un artista recién premiado le preguntaron por su trayectoria formativa y le faltó el tiempo para proclamarse autodidacta. Lo hizo enfatizando sus palabras y dotándolas de un cierto regusto de importancia por lo que él consideraba claramente especial. No hay duda de que todo lo aprendido siempre se debe a alguien que lo enseña en persona o a través de su obra, por ello incluso quienes aprenden de libros o videos tampoco serían totalmente autodidactas, porque se han formado utilizando medios que otros elaboraron con sus conocimientos y habilidades sobre el asunto en cuestión.
Esto lo sabe todo el mundo por lo cual no me queda más remedio que pensar que el motivo para que aun así haya quien se considere especial por ser autodidacta seguramente tenga que ver con el ego.
Así pues, si no existen autodidactas genuinos ¿por qué tantos dicen serlo?, y si los hay ¿porque muchos de los que dicen serlo le dan un valor especial? A veces las circunstancias me han obligado a ser autodidacta aunque eso nunca hizo que me sintiese satisfecho y mucho menos especial.
Actualmente, cuando casi cualquiera puede aprender casi de todo viendo videos en YouTube, el concepto de autodidacta ha adquirido un sentido renovado, de cierta osadía, incluso de transgresión de lo que por lo general hemos hecho la mayoría, ser el discípulo de alguien o el alumno que aprende de quien le enseña.
Pero circula tanta información que es fácil caer en la tentación de creer que todo el conocimiento está a nuestro alcance (incluido el ámbito del aprendizaje práctico), pero no es lo mismo disponer de algo que sacar partido de ello.
Por eso hay algunos que al formarse por su cuenta con la información puesta a su disposición, aunque sea mínimamente, suelen considerarlo un logro personal que como tal hacen valer ante otros. Las populares frases nadie nace sabiendo y de bien nacido es ser agradecido vienen a decirnos que aprender es algo imprescindible para el ser humano y también nos recuerdan que los encargados de enseñar merecen la consideración de quienes quieren aprender.
En este sentido el que se siente especial por considerarse autodidacta puede esconder la poca honrosa necesidad de no tener que agradecer nada a nadie o la triste circunstancia de considerar inútil a la enseñanza reglada y sus titulaciones, aunque en el peor de los casos puede que simplemente carezca de la formación que aparenta poseer.
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