La presidenta de una asociación para defender a los menores de los abusos fue detenida acusada de un delito de sustracción de menores. Anteriormente un juzgado determinó que eran falsas las tres denuncias por abusar de su hijo que puso a su ex marido, al que le concedieron visitarlo bajo supervisión de los servicios sociales.
Cuando los psicólogos determinaron que el menor se sentía a gusto con su padre ella llegó a decir que los trabajadores sociales estaban involucrados en los abusos sexuales del padre y le impidió visitarlo.
El juzgado le quitó a ella la custodia del niño y entonces se lo llevó a Granada con la excusa de un convenio firmado con cierto partido político para hacer un estudio sobre detección y erradicación del abuso sexual infantil en Andalucía. Allí aisló a sus hijos en condiciones penosas hasta que fue detenida.
Los psicólogos ya habían advertido que esta mujer podía suponer un grave riesgo para su hijo y un juzgado recogió que estaba actuando para hacer desaparecer la figura paterna, hasta lograr que el menor dijese que todos los papas eran malos. Un caso de síndrome de alienación parental que, aunque oficialmente no se llame síndrome, ocurre cuando un progenitor actúa sobre el menor para inculcar valores negativos sobre el otro progenitor y distorsionar su imagen.
Es muy penoso que una persona con este perfil fuese invitada por un partido político al Congreso de los Diputados y a la Asamblea de Madrid para pedir que se apartase a todos los equipos psicosociales porque son grandes enemigos para los niños y niñas que sufren abuso sexual, justo los equipos que advirtieron del peligro que suponía esta mujer para su hijo.
El grupo político y los medios que la auparon ahora reculan y hasta se escandalizan de la actuación de esta presunta secuestradora y supuesta trastornada. No hay ni la más mínima vergüenza Pensemos en el futuro y por muy necesitado de trabajo y bienestar que se pueda estar no hay que creer las pamplinas y manipulaciones de esos politicuchos que al amparo de los medios en vez de ayudarnos solo hacen ingeniería social a favor de los intereses de quienes medran y carroñean entorno a sus pesebres parlamentarios.
Por suerte para la sociedad de vez en cuando cae por su propio peso algún constructos social que solo sirve para refugio de parásitos. Y por si algún iluminado quiere recitar el mantra del fomento del odio, recuerden, un parásito además de aprovecharse causa daño.
A día de hoy todavía hay quien defiende la actuación de esta mujer, pero las denuncias falsas que puso contra su ex marido se archivaron y nunca han sido denunciadas, para alegría de los que dicen que apenas hay denuncias falsas. Quienes permiten a los zorros que cuiden las gallinas son unos solemnes idiotas o carecen de escrúpulos. Que quien lo haga elija.
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