El reciente informe de Comisiones Obreras sobre la situación de la juventud sevillana ofrece datos demoledores que deben suscitar la máxima preocupación por estar en juego nuestro futuro como sociedad, ya que en las actuales condiciones no se puede asegurar el relevo generacional si se condena a nuestros jóvenes al paro, la precariedad y la falta de horizonte vital. Revela que uno de cada tres jóvenes sevillanos carece de empleo y que quienes lo tienen son temporales y con un sueldo que no llega al salario mínimo ni da para pagar el alquiler de un piso. Con este panorama es imposible que los jóvenes se emancipen del hogar familiar y se planteen un proyecto de vida independiente.
En su dictamen sobre los Presupuestos municipales para el próximo año el Consejo Económico y Social mostraba su preocupación por la pérdida de población de Sevilla. Pues bien, en el informe de Comisiones puede encontrar bastantes de sus causas. Sin trabajo o con un trabajo precario que no permite pagar un alquiler los jóvenes están condenados a irse de la ciudad. En este marco cobra mayor importancia aún el reciente acuerdo de Emvisesa con el ICO para financiar el programa de 500 viviendas en alquiler y el de captación de otras tantas vacías. Y es que sin una oferta de alojamiento a precios asequibles para las nuevas generaciones Sevilla seguirá perdiendo población, como viene ocurriendo desde hace un decenio.
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