La permuta es una figura jurídica mediante la cual dos partes acuerdan intercambiarse sendas propiedades, generalmente de un valor equivalente. La Junta y el Gobierno de la nación se plantearon el pasado verano una permuta ferroviaria a partir de la necesidad que tenía el Administrador de las Infraestructuras Ferroviarias (ADIF), dependiente del Ministerio de Fomento, de utilizar el tramo entre Osuna y Pedrera del Eje Tranversal que construyó hace años la Junta de Andalucía al coste de 288 millones de euros y que dejó abandonado tras el estallido de la crisis. El objetivo era que pudieran circular por el mismo los trenes comarcales tras los enormes daños causados por una riada en la Sierra Sur a la línea convencional.
La Junta de Andalucía, por su parte, planteó que a cambio de la transmisión de la titularidad de dicho tramo, valorado en unos 30 millones de euros, el Ministerio se comprometiera a la futura construcción de la conexión entre el aeropuerto y la estación de Santa Justa. Y a partir de ahí se han roto las negociaciones, con acusaciones de grueso calibre como la de intento de chantaje, sin que los ciudadanos afectados por el problema parezcan importar a nadie. El Ministerio de Fomento no puede exigir la titularidad del tramo ferroviario a cambio de nada. Eso ya no sería una permuta por valor equivalente, sino directamentre un regalo con el dinero de todos los andaluces.
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