El gobierno y la dirección de Lipasam han aceptado la propuesta de los trabajadores de aplicar un plan experimental en la zona Norte (San Jerónimo, Polígono Norte, Pino Montano y Macarena) que de saldarse con éxito se extendería luego al resto de la ciudad, con el fin de lograr un mayor grado de limpieza de Sevilla y combatir la percepción general de que está más sucia que nunca. Básicamente, el plan consiste en cambiar los turnos de trabajo que se implantaron en el año 2013, durante el mandato de Zoido. Pese a la buena voluntad que se presume a cualquier decisión, no han dado los frutos apetecidos, hasta el punto de que el propio portavoz actual del PP y que formó parte de aquel gobierno, Beltrán Pérez, ha venido propugnando una reorganización de Lipasam.
Habrá que dar tiempo al tiempo para valorar el resultado del nuevo sistema pero nos parece que es incompleto porque aborda sólo las consecuencias del problema (la recogida), pero no su causa (la generación de los residuos). No queremos reconocer que tenemos un grave problema de incivismo. En paralelo a la reorganización de los turnos de recogida de basura habría que aplicar un programa de reeducación cívica en todos los segmentos de edad, para que los sevillanos tomen consciencia de la suciedad que generan, cambien su conducta y logren entre todos poner Sevilla a la altura de otras urbes, españolas y europeas.
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