El delegado de Hábitat Urbano, Antonio Muñoz, y la directora del monumento, Isabel Rodríguez, han anunciado durante el congreso internacional de Patrimonio y Turismo la realización de estudios sobre el impacto de las visitas en el Alcázar, con el fin de plantearse medidas como el tiempo que deben durar o cambios en los recorridos para reducir la carga que soporta. Ya hace unos meses, la directora declaró a una radio que había experimentado por sí misma, al parecer durante una visita en plan turista de a pie a la Galería de los Uffizi (Florencia), el pernicioso efecto y las incomodidades de la masificación y su conclusión de que algo habría que hacer al respecto.
Esas declaraciones y las realizadas en el reciente congreso internacional contrastan con la decisión unilateral que adoptó el Ayuntamiento hace dos años de incrementar de 750 a 1.000 el número de turistas que de forma simultánea pueden estar dentro del conjunto monumental, medida que vulneraba el Reglamento y que orillaba al Patronato, por lo que hubo de anularse sobre la marcha. En febrero de 2017 publicamos un análisis, nunca rectificado, según el cual la capacidad máxima anual de acogida es de 1.536.750, número superado con creces (1.875.000 el año pasado). La regla del “numerus clausus” (750) rige desde 1997, pero no se cumple.Veremos si tras los estudios se aplica de una vez o en realidad se busca la forma de flexibilizarla.
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