La presidenta del PP de Sevilla, Virginia Pérez, ha denunciado que en la provincia hay 16.339 personas en lista de espera quirúrgica, sin contar los pacientes que aguardan al especialista. Este dato es sólo uno más de la situación en que se halla la sanidad en Sevilla, el sector que pese a ser calificado como la joya de la corona por la Junta de Andalucía y en el que supuestamente no se han hecho recortes durante el decenio de crisis económica sigue sufriendo carencias de todo tipo, como la falta en las farmacias de unos 350 medicamentos, algunos esenciales para los enfermos del corazón. Item más, Virginia Pérez ha cuantificado en 700 millones de euros la reducción de las inversiones sanitarias en la provincia de Sevilla en el último quinquenio, sin contar que, por ejemplo, del dinero presupuestado para el último año y medio la sexta parte se ha dejado sin ejecutar, con lo que se agrava el efecto del tijeretazo previo.
Con estas cifras, que repercuten en centenares de bajas sin cubrir y en peores condiciones para la prestación de los servicios por escasez de personal, se comprende el porqué de las protestas de los profesionales, tradicionalmente tan poco proclives a ello, y las denominadas “mareas blancas”. Si se suma el cierre del Hospital Militar desde hace quince años, la conclusión es que al menos en Sevilla la afirmación de que no hay recortes sanitarios es una leyenda urbana. Haberlos, haylos.
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