El Ayuntamiento ha dado su apoyo a la iniciativa “Adopta un alcorque”, de la Red Sevilla por el Clima, cuyo objetivo es que vecinos, asociaciones y empresas se comprometan a sembrar y/o mantener los alcorques que se encuentran vacíos o con pies ya plantados. Esta iniciativa tiene una lectura positiva y otra negativa. La positiva es que demuestra el amor existente a los árboles y plantas entre quienes la secundan y su sensibilización al ver el estado de abandono o ausencia de vegetación en esos alcorques reducidos a un mero hueco en la acera sin nada o con un tocón muerto.
La lectura negativa es que deja en evidencia a las corporaciones municipales, más a las anteriores que a la actual, que ha “heredado” los 5.800 alcorques vacíos existentes en Sevilla. Dicho de otro modo, si los gobiernos locales hubieran cuidado y mantenido nuestro patrimonio vegetal no habría alcorques vacíos y no haría falta que fueran adoptados por ningún sevillano como señal de que no han sido replantados a lo largo de todos estos años.
Si los ciudadanos han de suplir la inacción municipal, eso significa un fracaso del gobierno de la ciudad, por más que éste se felicite por este apadrinamiento e inconscientemente pudiera estar haciendo cálculos sobre el ahorro que le supondría que sean otros tantos sevillanos quienes se hagan cargo de esos 5.800 alcorques vacíos, mudos delatores de tantos años de abandono.
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