No tendrán ningún problema en lamentar y criticar cuantas actitudes sean precisas para denunciar la situación de Jaén en un grupo de WhatsApp, incluso por cualquier otra red social. Es más, eso imprime carácter, da una imagen independiente, crítica, luchadora. Eso sí, cuando es necesario dar la cara de verdad y pelear unidos por Jaén y su provincia, ahí no nos busquen. A ninguno, cuidado, que el que esté libre de pecado que tire la primera piedra. Jaén Merece Más lleva varias semanas reuniéndose con colectivos para que apoyen la manifestación del próximo 31 de marzo en Madrid, la de la revuelta de la España vaciada, la de Teruel, Soria, Jaén, Extremadura y otras regiones. Todos la apoyan pero nadie va. Aquí el que más y el que menos tiene algún tipo de interés que no quiere perjudicar, cuando el principal interés que nos ayudaría a todos sería salir a la calle de forma contundente para decir que en Jaén ya no se compran más mendigos, porque lo nuestro no deja de ser un banquete entre mendigos, en el que nos conformamos con migajas. Mientras en otras provincias se dan patadas en el trasero para fletar autobuses desde todos los colectivos sociales, agrícolas y empresariales, aquí, con dos palmaditas a los convocantes vale. Dame pan y dime tonto...
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