Con un gran acierto, el de la peatonalización en general, demonizada como en todos los lugares donde se ha llevado a cabo por muchos, y no pocos errores, sobre todo por una planificación cuestionable y falta de comunicación efectiva a la sociedad, el proceso para convertir buena parte del centro y del conjunto histórico de la ciudad continúa adelante, ahora con la ampliación del aparcamiento de la Constitución y la incorporación de Roldán y Marín, tal y como se anunció en su día. No olvidemos, además, que el éxito de visitantes los fines de semana por la iluminación que se ha instalado no se podría haber hecho sin zonas peatonales. Y mirando al futuro, ahora que se ha cumplido un año desde que empezara la peatonalización y desde que apuntáramos que la plaza de la Constitución ya no tenía sentido alguno tal y como estaba diseñada, testigo que parece que recogió el Ayuntamiento y que formará parte también de los cambios; y visto el resultado más que cuestionable aún de la plaza Deán Mazas, sería conveniente tomarse muy en serio la remodelación de esta plaza, puerta al casco antiguo y conseguir el máximo consenso posible, porque puede convertirse en uno de los lugares públicos más importantes de la ciudad durante décadas, albergando grandes actividades y recibiendo a los visitantes. Vamos, como el Zocodover jienense.
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