Hace unos días quedó patente la inacción y la falta de voluntad política del Ayuntamiento de Jaén para poner fin a los solares abandonados en el conjunto histórico. Fue nuevamente en una mesa redonda del programa Jaén Genuino, cuyo objetivo, no lo olvidemos nunca, además de dar a conocer la riqueza monumental e histórica de la capital, es fustigar a quienes siguen condenando al conjunto histórico a la situación que aún tiene. Los pasos que han dado las administraciones son realmente ridículos si los comparamos a las promesas y la retahíla de proyectos e ideas que han llenado las páginas de este periódico desde hace doce años. No obstante, cualquier iniciativa que ponga en contacto a quienes sufren el día a día del conjunto histórico, que no son otros que todos los jienenses, con quienes tienen la obligación de preservarlo, restaurarlo y recuperarlo, como un activo para la ciudad y para su economía, debe ser bienvenida. Así como deben ser bienvenidos todos los políticos que apuestan por el conjunto histórico, que se sienten a dialogar para buscar soluciones y no enfrentamientos. Nos encontramos en el inicio de un tiempo con una nueva generación de políticos, a los que no debemos colgarle las mochilas de algunos de los que les precedieron. Pero el casco antiguo y sus solares, urgen realmente.
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