Jaén está listo ya para hacer un paréntesis en su triste rutina y zambullirse (nunca mejor dijo por las altas temperaturas) en su feria grande, la de San Lucas. Diez días de casetas en el ferial y tascas en el casco antiguo para los veteranos y otros diez para los más pequeños de la casa, que reciben estos días con la ilusión intacta de quien tiene los sentidos a flor de piel y siempre pone buena cara al mal tiempo. Es San Lucas una feria amable y hospitalaria, como los jienenses, que siempre recibe con los brazos abiertos al visitante. La gran desconocida de Andalucía se ha hecho un hueco año tras año en la agenda festiva de esta tierra, sin embargo, es ya momento de aparcar la austeridad y comenzar a programar con más alegría, porque Jaén no debe dejar de ser la capital de esta provincia y sus vecinos se merecen actividades y conciertos más variados y con más enjundia, sobre todo si tenemos en cuenta el presupuesto de otras actividades que se realizan a lo largo del año. En cualquier caso, la feria siempre la hacen quienes la visitan, y Jaén tiene ganas de salir a la calle, de divertirse y de olvidar tanto desdén y tanta mala noticia. Pongámonos, entonces, la ilusión y la sonrisa por montera y disfrutemos de estos nueve días de feria.
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