Ya es hora de que las administraciones se tomen en serio su conjunto histórico, su casco antiguo, que se cae a pedazos. Primero el Ayuntamiento, como principal competente y detrás, la Junta de Andalucía, el Gobierno central e incluso la Universidad de Jaén. Las declaraciones y las buenas intenciones no apuntalan los edificios y calles que se vienen abajo. Hace unos días hablábamos de la necesidad de terminar el PEPRI, pero sin inversiones y acción será imposible transformar uno de los grandes activos de esta ciudad que, sin embargo, actualmente es una de sus grandes miserias. Los vecinos y los colectivos, entre los que nos incluimos con nuestro programa ‘Jaén Genuino’, se han puesto las pilas hace tiempo, pero es claramente insuficiente. El conjunto histórico precisa servicios y actividades que inicien un cambio en su fisonomía, pero por encima de todo, necesita soluciones urgentes a problemas crónicos, como la infravivienda o los solares. No se puede permitir, que por mucho que se denuncie, en pleno corazón del casco antiguo, Jaén tenga que convivir con la vergüenza del solar del que fuera el Palacio de los Uribe, entre otros muchos ejemplos. Si queremos alcanzar una revitalización real hay que buscar soluciones ya, porque el camino es largo, como lo fue en otras ciudades.
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