El secretario provincial de UGT, Manuel Salazar, ponía el dedo en la llaga el martes al advertir sobre la falta de correspondencia entre las buenas cifras turísticas en la Semana Santa y el aumento del paro en el sector servicios. “Está fuera de toda lógica de análisis estadísticos que el paro suba en 287 personas en el sector servicios cuando todos los parámetros de ocupación y actividad en nuestra provincia han sido positivos”, decía Salazar. Sin embargo la lógica no puede ser más aplastante y no es otra que lo que todo el mundo conocer y ve en la calle, que los empresarios de la hostelería, en un porcentaje alto, no dan de alta a los trabajadores durante estas pequeñas campañas. No tardarán en salir en tropa de decir que eso no es así, pero el algodón no engaña, y los que lo hacen dan de alta muchas menos horas de las trabajadas, porque la peor precariedad laboral es aquella que te obliga a trabajar sin estás dado de alta, y eso, no solo en esta ciudad, sino en todo el país, es aún una práctica común en sectores de la hostelería. La pregunta ahora es obvia: ¿dónde están los inspectores de trabajo? Sabemos que hay pocos, pero la gravedad de la situación, con datos como los reflejados en la encuesta del paro del mes de marzo, deberían hacer saltar todas las alarmas.
Envía tu noticia a: participa@andaluciainformacion.es
