Algunos recordaréis aquel famoso spot publicitario del Atlético de Madrid en el que el niño le pregunta a su padre por qué son de ese club. Ha sido mi última inspiración para escribir la columna de esta semana, para mí una de las más especiales porque lo que se está viviendo en torno al Recreativo roza lo mágico. Lo conseguido por el club me parece un hito enorme desde el mismísimo domingo. Yo mismo, como muchos otros, a la hora de perder ya estábamos pensando en la vuelta y en, ¿por qué no?, la remontada. Argumentos siempre se encuentran cuando uno quiere esperanzarse: si ellos han marcado, nosotros también; si el Liverpool se lo hizo al Barcelona; si el Chelsea metió tres en pocos minutos al Arsenal; si el Recre ya le empató al Lugo en el Nuevo Colombino mientras perdía 0-3… claro que se puede. Pero el recreativismo no sólo cree, si no que actúa como una pandemia que nos va afectando a todos. Recibimiento al equipo, entradas vendidas en doce horas, una directiva guerrillera a más no poder con el rival, un mosaico, un cántico al unísono cuando corresponda. Todo concluye en una semana que se nos está haciendo incluso larga. El recreativista sabe jugar partidos. Todos, los que son asiduos todo el año y los que están cuando se necesita. Hay finales que hemos jugado para no caer a Tercera y la respuesta fue buena, pero ésta es aún más especial. Lo normal, sinceramente, es no conseguirlo. Y tampoco es crítico porque el campeonato nos brinda otra oportunidad. Pero claro, este club no es normal, es extraordinario. Capaz de sobrevivir en el último minuto cuando no hay dinero y de rehacerse sin necesidad de morir. Porque el recreativista también sabe lo que es la épica y el gesto tan increíble que significaría remontar el encuentro. Acostumbrados al barro y al sufrimiento, las ganas de pelear por el objetivo se multiplican por millones. ¿Qué os voy a contar a vosotros? Seguro que estáis iguales. Imagino que tendréis vuestros rituales para tornar la suerte de nuestro lado, creo que habéis pensando en un “si remontamos haré esto…” y que disfrutar esta semana os llena de orgullo y de más recreativismo. Porque de eso trata, de vivirlo día a día, de disfrutar el camino y de vivir momentos grandes donde otros solo ven pesimismo. Eso no lo pueden entender en todos lados, y menos los trolls de internet con insultos prefabricados. Me dan igual ellos, me dan igual sus risas baratas. Lo único que me importa es lo que el Recre me hace sentir. Y creo que es la mejor respuesta a por qué somos de este equipo.
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