Que esta temporada ya es histórica pase lo que pase, lo sabemos todos. Desde un diciembre en el que todo parecía que se hundía, el equipo tomó el control de la situación y tras una legendaria remontada en la clasificación está a un paso de jugarse (o mantener) el liderato conseguido en la penúltima jornada. Pero claro, llegado a este punto el “pase lo que pase” es sumamente realista pero a la vez insuficiente. Ya queremos el premio gordo y, para ello, hay que mantener la concentración hasta el último momento. Y el final, aunque está cerca, de momento no se ha alcanzado. En el fútbol siempre se juega a la misma historia. Los tópicos dicen, pero son condenadamente realistas. Y uno de los más peligrosos es celebrar antes de tiempo. El que sigue una temporada se da cuenta de que es algo regular incluso en niveles mayores, ¿tenemos aún en el recuerdo ese Liverpool-Barça de hace unas semanas? ¿El centenariazo del Real Madrid ante el Dépor? Incluso este Recre ha vivido situaciones grises ante tan efectiva racha de resultados: ya se le escapó el liderato de forma cruel ante San Fernando y Marbella. Motivos más que suficientes para mentalizarnos de que no hay nada más dañino que un equipo que no se juega nada en frente, como es el descendido Villanovense. Está en su propia crisis, pero hay que ganarle. A veces cuando se pierde el miedo a perder (y a los extremeños ya les da igual) la desvergüenza lleva a las mejores proezas. Incluso el miércoles hubo una broma, una fake new ahora de moda, con la que seguro que se han topado para darle un pequeño vuelco al corazón. Alguien con un sentido del humor que roza la ambigüedad hizo un montaje de una noticia del AS con la que el Melilla volvía a ser líder tras ganar su partido ante el Real Murcia por alineación indebida. A mí me asustó ese primer minuto, el tiempo suficiente para buscar en el diario mencionado que eso no existía. Pero sirva de toque para saber que hasta que matemáticamente no haya otra opción hay que pelear al máximo posible. Y además está el asunto de competir sin parar. Ni un pequeño descanso. La racha del Recre es inmensa y se basa en lograr objetivos. Relajarnos ahora podría suponer un bache en el rendimiento y hay que seguir enfrentando este partido con la misma tensión de siempre. Porque luego va a venir una eliminatoria de infarto. Es humano disfrutar, es humano relajarse un poco, pero también lo es detectar los peligros y buscar la motivación suficiente para afrontar los retos que quedan. ¡A por el liderato!
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