La tercera de las definiciones que me ofrece la RAE sobre la palabra necesidad indica que es “la carencia de las cosas que son menester para la conversación de la vida”. Otras de ellas son “peligro o riesgo ante el cual se precisa auxilio urgente” o “falta continuada de alimento que hace desfallecer”. ¡Ay! Qué oportuno me parece para describir a nuestro Recreativo, un club que nos ha hecho pensar que la pirámide de Maslow se convierte en utopía desde la base.
Que nuestro Decano tiene necesidades es sabido por todos. Enumerarlo ya es como la lista de Arya Stark en la conocida serie de Juego de Tronos: Hacienda, Federación, plantilla, trabajadores… ¿Qué os voy a contar que no sepáis? Pues la primera de la lista hemos estado a nada de incumplirla, y eso sí que es grave. Gravísimo, realmente. En febrero nuestro consistorio suelta siete millones para quitar el embargo del Recre, pero ya en junio tuvo que embarrarse de más préstamos para poder competir, y según las noticias, se pagó ‘in extremis’ lo de Hacienda. Imagino, que no lo sé, con otro préstamo. Y de préstamo a préstamo, deuda que te crece, es decir, más necesidades. Os repito que no lo sé, porque otra de las necesidades no cubiertas de este club es saber qué ocurre realmente, a pesar de que el propietario sea elegido por toda la ciudadanía. Ni sabemos cómo se paga, ni cuándo se va a poder hacer una Junta de Accionistas, ni qué carajo (con perdón) hace Eurosamop para tener un porcentaje de beneficio anual… No sabemos nada (ahora como Jon Nieve, de la conocida serie mencionada antes).
Por eso escribir del Recre es tan difícil. Es navegar contra corriente, dedicarle Fe a lo que no ves cuando vivimos en tiempos de ciencia y en la ‘Era de la Información’. Al final, no nos queda otra que centrarnos en “lo menos importante”, que es lo deportivo. Y estamos un poco deprimidos con estas dos derrotas y porque no enamoramos. El juego práctico sin resultados no es más que una pérdida de tiempo, y si no entra la pelotita, pues no funciona. Eso sí, matemática pura es que si generamos más ocasiones tendremos más posibilidades de que acaben en gol. A día de hoy la estadística de acierto es incluso alta, porque llegamos poquísimo a puerta rival. Hay que mejorar eso ya, puntuar y convencer, porque la verdadera necesidad de este club debe ser tener lo más contenta a su sufrida afición. Y a veces cuesta, demasiado. Cuesta hasta sufrir.
Por eso, haciendo referencia de nuevo a Juego de Tronos, espero que Salmerón libere a los dragones y vayamos a por la victoria con todo nuestro potencial. Ya toca.
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