Como si de Juego de Tronos se tratase, explicar el entorno del Recreativo y los distintos agentes protagonistas que lo rodean parece sacado de una película bélica. Alianzas insospechadas, intereses personales, estrategias complejas… es normal que los aficionados a veces se confundan entre tanto lío. Si el Recreativo es el tesoro final (muy irónica la palabra, porque precisamente está en saldo negativo y peligroso), a su alrededor hay varios ejércitos intentando controlarlo.
De una parte, el actual propietario, el Ayuntamiento. El Recre le quema, o eso nos hace creer, e intenta quitárselo de encima pero nunca del todo. Es el nexo que ha relacionado a los personajes más dispares y tiene un punto en contra muy malo: siempre llega tarde. Incluso en el propio Ayuntamiento hay una guerra civil. PSOE, actual gobernante, tiene un extraño idilio con el PP en el caso Recre. Podemos e IU unos intereses muy distintos que no incluyen al Recre, y Mesa de la Ría lucha por lo que considera su propia justicia y transparencia.
En paralelo al Ayuntamiento están los dos grandes focos del verano: Zephir Homes, de Francisco Mendoza, el artista no invitado, y Eurosamop, que ha llegado a un acuerdo con otro grupo llamado Krypteia que parece ser el capitalista. Desentrañar a Zephir Homes es hasta complicado ahora mismo, pero significaría el retorno del presidente que dejó al club endeudado, y a pesar de ello, a nivel público y con la desconfianza lógica, parece la mejor opción. Eurosamop está dentro y busca su negocio, ya sea que le paguen lo que le deben, o gestionando el club. No han sido muy buenos en lo último, y como no quieren meter dinero se aliaron con Krypteia, que de esto de la guerra, en redes sociales, han dejado claro que saben. Están en silencio, esperando si la compra de Zephir se fastidia y ellos se hacen con el Recre a un coste -aparentemente- menor.
Como si de un enemigo salido del infierno fuera, aparece Pablo Comas cada cierto tiempo. En la simbología, Comas es la peste, la enfermedad, la putrefacción. Cuando se le nombra es para decir algún gesto estúpido que ha realizado o bien para darnos cuenta de que pudo hundir el club aún más. Casi nadie lo quiere, pero hasta los demonios tienen aliados, y muchos de Huelva o la provincia. Es el mal absoluto y no paran de dar la lata.
Y en otro ámbito, los pequeños secundarios. Quizás ahora insignificantes, pero con el paso del tiempo, cuando la batalla de la propiedad acabe, pueden ser bastante importantes para uno u otro bando y modificar la realidad del Decano.
Lo más definido es la plebe, el aficionado. Aburrido de tantas guerras. Hartos.
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