Rafael Nadal comenzó este domingo su camino al que sería su primer título de las Finales ATP con un contundente triunfo ante Andrey Rublev, el jugador más en forma de esta temporada, que se deshizo al encontrarse enfrente al español (6-3 y 6-4).
El moscovita, pupilo del español Fernando Vicente, llegaba a Londres acreditado por sus cinco títulos esta temporada y sus cuarenta triunfos (más que cualquier otro jugador), pero al verse solo ante el gigantesco O2 y el más gigante aun Nadal se derrumbó.
El castillo de naipes que supone el juego del ruso, saque, derecha y agresividad se vino abajo cuando Nadal decidió espantar los fantasmas que le habían atormentado en París-Bercy.
Su derecha, inofensiva en la capital francesa, ganó revoluciones y su juego despertó en tranquilidad, además de conectar un servicio afinado y más a tono con el juego 'indoor'.
En sus tres primeros juegos al saque apenas cedió tres puntos, muestra de su confianza, y cuando olió sangre en el ruso, en las pocas oportunidades que concede una pista como ésta, lo aprovechó.
En el sexto juego de la primera manga, Nadal forzó el primer iguales del encuentro con un espectacular 'passing' cruzado, tiró una línea paralela para labrarse su primer punto de rotura y, aunque no lo convirtió, metió la presión suficiente para que Rublev fallara sus dos siguientes puntos y entregara el juego.
Con ello se le marchó el primer parcial, que cayó directamente en el bolsillo de un Nadal ávido por ajusticiar su debut.
No en vano ésta es una competición que castiga mucho los tropiezos. El año pasado cayó con en el primer partido y ya no pudo levantar la desventaja, pese a ganar sus dos siguientes compromisos.
Y Nadal arrancó con una cosa entre ceja y ceja, el trofeo de campeón que reposaba como testigo en una de las esquinas del vacío O2, en el que apenas había unas decenas de personas, entre trabajadores y acompañante de los jugadores -por parte de Nadal estuvieron sus entrenadores Carlos Moyá y Francis Roig, su fisioterapueta, Rafa Maymó y su mujer, Mery Perelló-.
Al veinte veces campeón de Grand Slam solo le falta una corona en su palmarés y esa descansa esta semana en Londres.
Salió al segundo parcial con el turbo puesto, quebró el servicio de Rublev en el primer juego y no concedió oportunidades al ruso, demasiado acostumbrado a ganar este año, pero no a hacerlo contra Nadal.
Con el triunfo, sellado en una hora y 18 minutos, Nadal se pone líder del grupo Londres 2020, por delante de un Dominic Thiem que venció a Stefanos Tsitsipas, pero que lo hizo en tres mangas, lo que le pone por detrás del español en la clasificación.
El manacorense volverá a saltar a la pista el martes para intentar dar otro paso más en la búsqueda de las semifinales.
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