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El Numancia, ejemplo de club modesto, dice adiós la LFP tras 23 años

Baja a Segunda B tras tres ascensos a Primera División y convertirse en el principal embajador de Soria, la provincia más despoblada de España

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  • Segunda División. -

El Numancia se ha despedido de la Liga del Fútbol Profesional, tras 23 años entre los mejores equipos españoles en el que ha conseguido tres ascensos a Primera División y se ha convertido en el principal embajador de Soria, la provincia más despoblada de España, y en el ejemplo de los clubes modestos.

Los resultados de la última jornada no han dado para que el equipo soriano resista una campaña más entre los mejores y el Numancia regresa a Segunda B, en esta temporada atípica, por el coronavirus y la paralización del estado de alerta, en el que quería haber celebrado su 75 aniversario como club.

La trayectoria del Numancia ha pasado de despertar la ilusión de la afición en la primera vuelta de la competición, en la que terminó en puestos de promoción tras ganar a domicilio al Cádiz (2-4), a meterse en una dinámica de resultados negativos que le pusieron en el precipicio del descenso.

El Numancia cerró la primera vuelta con 32 puntos en sexta posición, fruto de este fútbol directo y sin complejos que ha querido imprimir Luis Carrión en su primera temporada en el club soriano.

Pero en la segunda vuelta, el equipo soriano no ha encontrado ese nivel que le aupó a la zona noble -demasiados goles encajados y sin ver puerta- y el fútbol, en unas ocasiones no le ha alcanzado para mejores resultados, y en otras le ha vuelto la espalda, cuando antes le sonreía.

El equipo ha estado en la segunda vuelta once partidos consecutivos sin saber lo que era celebrar una victoria -hasta el partido frente al Oviedo, a cinco jornadas para el final-, con sólo dos empates en este tiempo, una trayectoria que le ha condenado a tutear primero con el descenso, antes del parón, y luego a pelear por eludirlo, tras retomarse la competición, lo que no ha conseguido aunque ha intentado resistir, contra lesiones y contratiempos, hasta la última jornada.

El Numancia, cuarto equipo que menos dinero dedica a la masa salarial de su plantilla profesional, ha seguido tensionando con la nueva directiva ese modelo económico-deportivo que tantos años le ha permitido exhibir superávits en sus cuentas.

Ya lo pasó mal la pasada campaña con Aritz López Garai en el banquillo; y también en la segunda temporada de Jagoba Arrasate, y en otra anterior de Juan Antonio Anquela.

En esta ocasión, ya no ha habido más avisos. El dinero no da la garantía deportiva en el fútbol pero, sin duda, ayuda a conseguirla. Ahora se abre un tiempo de reflexión y de tomar decisiones sobre el futuro que quiere el club y el que es posible.

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