"Todas las cosas que los deportistas no han pensado hasta ahora se las plantearán durante la situación actual. Va a haber una replanificación de las carreras deportivas, desde arriesgarse a emprender una carrera en el extranjero hasta preferir quedarse cerca de sus familiares", explica Luana Prato, psicóloga deportiva que trabaja en el Club Natació Sabadell, el vivero de la selección española femenina de waterpolo.
"Nada será igual después de la pandemia", se repite constantemente durante estas semanas. Tampoco lo será en el mundo del deporte. Aunque aún cuesta saber qué cara tendrá ése después. Lo que está claro es que el papel de los psicólogos será imprescindible en esta transición. EFE ha hablado con dos de ellos para poner luz sobre el asunto.
"No vamos a volver a la normalidad, la sociedad va a cambiar, la manera de hacer eventos deportivos va a cambiar, la manera de entrenarnos también, la manera de tocarnos, de abrazarnos... puede ser que no todos los deportistas se vean con las ganas de ir a entrenar inmediatamente cuando acabe el confinamiento", sigue relatando Prato.
"Estos días los miedos que sufren algunos deportistas profesionales tienen el punto de vista puesto en la base de la pirámide: no perder el trabajo. Les surgen preguntas como: ¿el día que vuelva a la competición estaré al mismo nivel que antes del parón? ¿en caso de no estar al mismo nivel, mi club lo comprenderá o prescindirá de mis servicios? ¿Seré capaz algún día de volver al nivel que tenía?", expone David Baixeras, psicólogo deportivo que trabajó en el Girona FC y que ahora atiende a deportistas en su consulta particular de la Clínica Bofill.
Y explica que los pensamientos negativos que nos están afectando a todos estas semanas evidentemente también les aparecen a los deportistas, sean de élite o no. "Estamos en una situación excepcional y, por lo tanto, los pensamientos e ideas que tenemos también son excepcionales", asegura Baixeras.
El psicólogo pronostica que esta pandemia cambiará a los deportistas la manera de ver las cosas y de vivir, y por supuesto sus prioridades. "De repente aparece un virus y desmonta la vida que tenía prevista el deportista. Y, además, éste vive ahora con la incertidumbre de que vuelva a suceder una situación similar a medio o largo plazo".
¿Cuáles son las posibles consecuencias? "Por ejemplo, que el día de mañana el deportista valore más una oferta de cinco años de contrato y poco riesgo en un club de nivel medio antes que una oferta de tres años en un club de primer nivel en el que puede ser que no triunfe".
Otra posible consecuencia es que los deportistas "aprendan a pensar más en el corto que en el largo plazo", dice Baixeras. "Quizá ya no pensarán tanto en llegar a ser los mejores de su categoría en un período determinado de años como en los retos que se pueden encontrar en un periodo de tres meses", añade.
Prato, por su parte, advierte que en el caso de los deportistas que compaginan su carrera deportiva con una carrera académica después del confinamiento "se puede dar una sobrecarga en todas las áreas: en el mismo deporte y en los estudios".
Así que considera que las organizaciones deportivas deben tener en cuenta la salud mental de los deportistas a la hora de planificar el regreso a la supuesta normalidad.
El problema es que "muchas veces las federaciones deportivas no van coordinadas con la parte académica; no hay un diálogo. Y ambas van a poner sus respectivos calendarios sin tenerse en cuenta las unas a las otras". Y recuerda que "la persona es una sola, no se puede desdoblar, y va a tener muchos desafíos una vez supere el confinamiento".
Por eso Prato recomienda que durante el confinamiento a los deportistas "se les asesore tanto respecto a su carrera deportiva como psicológicamente". Lo considera imprescindible para "evitar ansiedades, depresiones o abusos de sustancias como el alcohol".
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