La gloria se escribe con letras de oro. Frases y vocablos que dictaminan si la historia fue exitosa y benévola o rastrera y frívola con el paso de un tiempo que aletarga y olvida con la indiferencia, o permanece en cada presente invocando aquellos días... Capítulos eternos sin un punto y final que anuncien la clausura de los éxitos o el fin de lo insaboro. Porque todo es una hoja, una simple, reseca y sencilla hoja que es capaz de recuperar la esencia de lo antiguo, de lo que fue y se ganó. Pero nunca de lo que pudo haber sido.
Cual Rafael Alberti en su profunda y bilateral obra ‘Entre el clavel y la espada’ tomará Carriço el fusil de mil batallas para soportar las embestidas que el batallón ucraniano del Dnipro sea capaz de acometer. Como Miguel Hernández y sus ‘Nanas de la cebolla’ en un poemario ideológico, veloz, penetrable... “Frontera de los besos serán mañana, cuando en la dentadura sientas un arma. Sientas un fuego correr dientes abajo buscando el centro”, describía como la fugacidad de un Aleix Vidal cual guerrero de un campo de crianzas que focaliza su designio en la eternidad sobre lo terrenal. Porque Pedro Salinas definió la ‘Confianza’, tras esa búsqueda incesante en el pasado de un calvario de amores que le fortalece en el hoy y quizás en el mañana como a un José Antonio Reyes que se fue para volver y regatear al olvido antes de eternizar su nombre. Es el dúo conformado por Vicente Aleixandre y Jorge Guillén, poesía pura y surrealismo sólo al alcance de dos locomotoras que detienen el tiempo con ilusas razones subjetivas. M’Bia fue en Turín tras su poemario de Mestalla. Y tal vez Krychowiak abandere la poesía surrealista de una “cuarta” que nunca estuvo al alcance ni del más ingenuo. Y no será por temores, ni por una magia que refrenda Luis Cernuda en ‘Los placeres prohibidos’ desgarrando a la sociedad su identidad más personal. Como el descaro, la chispa innata de Éver Banega, el único capaz de controlar el pulso de cada una de las manillas del tiempo con un fútbol propio de lo divino. Es la juventud ardiente que Gerardo Diego implantó en el ‘Manual de espumas’, fervientes y activas cual estirada que Sergio Rico acomete con un gigante “Sevilla” en su alma. El que concilia en cada gol Carlos Bacca cual ‘Hombre y Dios’ de Damaso Alonso, contemplando la gloria y rozando el cielo con sus dedos. Y la maestría de Federico García Lorca que Nervión deriva en las manos de Unai Emery. ‘Así que pasen cinco años’, diría aquel. Pero lo cierto es que esta noche en Varsovia la Generación del 27-M puede tocar la gloria y ser la historia que se recita.
Emery: “El equipo está responsabilizado”
“Lo más importante es ver cómo está el equipo y lo veo contento y responsabilizado. Conseguir un título y ser el único equipo con cuatro UEFA hará que pongamos toda la atención”, dijo ante los medios.
Reyes: "Antonio Puerta está con nosotros"
“Estamos ilusionados, todos queremos jugarlo, juegue el que juegue, ojalá ganemos. Tenemos que acordarnos de nuestra afición, de los que no podrán jugar y de Puerta, que está con nosotros”, señaló.
Markevych: "El Sevilla es similar al Nápoles"
Markevych, técnico del Dnipro, dijo en sala de prensa que “no esperaban llegar aquí, pero el apetito aumenta cuando comes”. Además, indicó queel Sevilla se parece al Nápoles y les puede beneficiar.
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