El español Alberto Contador abandonó hoy el Tour de Francia tras sufrir una caída a falta de 90 kilómetros para la meta de la décima etapa, la primera de alta montaña.
El madrileño del Tinkoff sufrió una grave herida en la rodilla derecha y quedó descolgado del grupo, por lo que decidió abandonar pese a que pudo volver a montar en la bicicleta.
Entre lágrimas, en medio de la intensa lluvia, al comprobar que su físico no le permitía continuar sobre la bicicleta, el ciclista de Pinto se abrazó a su compañero Michael Rogers y, poco después, se bajó de la bicicleta, cuando quedaban 80 kilómetros para la línea de meta en La Plancha des Belles Filles.
El ganador de las ediciones de 2007 y 2009, principal favorito para sumar la victoria en el 101 Tour, se subió al coche de su equipo cinco etapas después de que lo hiciera el ganador del año pasado, el británico Chris Froome, también víctima de las caídas, por lo que habrá un vencedor inédito.
Contador se había caído en el descenso del Petit Ballon, puerto de primera categoría, segunda dificultad montañosa de una jornada que cuenta con siete ascensos, incluida la dura subida a La Planches des Belles Filles.
Tras pasar varios minutos sobre el asfalto atendido por los servicios médicos de la carrera, el madrileño partió con unos cinco minutos de retraso en la general con un vendaje en la rodilla.
El equipo Tinkoff casi al completo se movilizó para tratar de llevarle hasta el pelotón.
Pero pese a que los Astana del italiano Vincenzo Nibali no pusieron un ritmo muy fuerte, las rentas del madrileño no bajaban, visiblemente afectado por la caída.
Finalmente, Contador optó por abandonar la carrera, en la que estaba siendo el gran animador, en el duelo directo que mantenía con Nibali, tercero en el Tour de 2012 y vencedor de la Vuelta de 2010 y del Giro de 2013.
El español era noveno de la general, a 4.08 al líder provisional, el francés Tony Gallopin, y a 2.34 de Nibali, su gran rival.
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