Visto lo visto, el 1-0 es lo menos malo que anoche se pudo traer el Sevilla de Oporto. Los portugueses pudieron golear, pero los palos dan vida a los nervionenses.

Emery dispuso de su once de gala para afrontar la ida en do Dragao. Con la inclusión de Beto y el reincorporado Carriço en el equipo titular. Quizás lo más destacado fue la titularidad de Coke en detrimento de Diogo.

El balón pertenecía al conjunto local en un arranque abrumador. Las llegadas del Oporto eran constantes, incluso logrando cinco saques de esquinas en los primeros diez minutos. Así llegaría la primera para los lusos en el minutos tres con un chut desde fuera del área del lateral Danilo que atajó bien Beto.

A partir del minuto 20 el Sevilla comenzó a estirarse y a ganar en confianza. Tuvo que aguardar al 27 de la primera mitad para sumar la primera ocasión, además clara. Fue Rakitic en un saque de falta que no remachó un defensor en propia puerta de milagro. Pero fue un espejismo, porque en el 30 llegó el primero de la noche para los dragones. Falta que botaron en la parcela de tres cuartos con el Sevilla totalmente descolocado y desconcertado en el que Quaresma puso desde la izquierda un pase magistral con el exterior que remató al fondo de las mallas Mangala. Por ocasiones lo venía mereciendo desde el primer minuto de partido. Y el Sevilla seguía desaparecido. Sólo algunos arreones les hacía llegar a la meta de Fabiano pero sin apenas peligro.

El que sí llevó nuevamente el peligro fue el conjunto blanquiazul en el 43 con un trallazo de Defour desde fuera del área que se topó con el palo. Pudo ser el segundo y visto lo visto llegó el tiempo de descanso con el mejor resultado posible. El Sevilla, hasta el momento, no era rival para el Oporto.
Con otra cara se reanudaría el duelo. Al menos ahora los rojiblancos tocaban bola en la parcela ancha. No obstante, las llegadas ni siquiera se contabilizaban con los dedos de una mano. Poca mordiente en ataque de un equipo, el sevillista, que venía pidiendo a gritos un cambio de jugador o incluso de sistema.

Más aún cuando el Oporto volvía a estirarse sobre el terreno de juego con un Quaresma inspiradísimo. Excesivamente a placer jugaban los locales ante un Sevilla irreconocible. Y eso que los portugueses optaron por darle el cuero a los de Nervión casi toda la segunda parte.

Inteligente opción porque en las contras eran letales. Rozó el segundo en el 66 entre una conexión sensacional entre Quaresma y Jackson que no remachó el colombiano por centímetros. Los centros de Quaresma aterrorizaban a la zaga sevillista. Cada centro llevaba peligro.

Pero en el 74 avisó el Sevilla y tuvo el empate en las botas de Gameiro. Disparo de Bacca desde la media luna que no logró a detener el meta portugués y el rechace cayó libre de marca al punta francés que erró lo más fácil cuando la masiva grada sevillista ya entonaba el gol. Lástima porque sin merecerlo casi se encuentra con la igualada. Aunque pudo ser peor si en el 80 Ghilas acierta en el mano a mano con Beto, pero el portugués estuvo atinado para evitar el segundo del Oporto.
Eso sí, importante las bajas de los portugues para la vuelta tras la amarilla a Jackson Martínez y la expulsión de Fernando en el 86. Y lo mejor, el resultado. En el 91 Quaresma dio el segundo palo de la noche que salvó un 2-0 que hubiera complicado y mucho el partido del próximo jueves.

Y así se llegó al final de un encuentro en el que el Sevilla apenas rozó el área rival y en el que, sin lugar a dudas, cosechó un resultado tan inmerecido como suficiente para buscar la remontada.

 

1.800 sevillistas dieron color a Oporto

Casi nunca fallan y ayer no fue menos. Hasta 1.800 sevillistas llegaron por carretera a la ciudad lusa para acompañar a su equipo en este duro trámite europeo. Una vez más, la afición rojiblanca dio una lección de entrega viajando en masa a Oporto, que invadieron desde primera hora de la tarde llenando de rojiblanco el centro de la ciudad.

 

El Real Madrid quiere fichar a Ivan Rakitic

Es la noticia de la semana. La renovación tan avanzada según el presidente del Sevilla podría estar más estancada que nunca tras conocerse que el Real Madrid se ha puesto en contacto con el hermano del croata para presentarle una oferta formal. Hay que recordar que el capitán concluye contrato con los nervionenses en junio de 2015.