El Lagun Aro supo aprovechar bien las debilidades del Valladolid, que perdió el rumbo en el último cuarto, e hizo valer su mayor potencial en el juego interior y la calidad de hombres como Jason Robinson, exjugador del conjunto morado, que campó a sus anchas por la pista del Pisuerga.
El conjunto donostiarra tomó la iniciativa en el marcador, pero no consiguió mantener una regularidad en los primeros compases del encuentro, lo que aprovecharon los locales para pasar a controlar el juego de la mano de un acertado Iván Martínez (13-8), que contrarrestó el potencial interior de los vascos.
Pero la defensa vallisoletana no mantuvo la consistencia necesaria y, finalmente, esa mayor capacidad reboteadora del Lagun Aro le permitió terminar con ventaja el primer cuarto (13-15).
Ricard Casas trató de hacer frente a esa debilidad dando entrada a jugadores que abrieran el campo para que Cvetinovic y Andjusic pudieran lanzar desde el exterior y la táctica surtió efecto, ya que entre ambos consiguieron dar alas a su equipo en el plano ofensivo e impedir a los visitantes tomar las riendas en el electrónico.
Y aunque Robinson no perdonó en sus lanzamientos y el Lagun Aro comenzó a soltarse desde la línea de 6,75, los vallisoletanos lograron mejorar en la pintura, con lo que pudieron alcanzar el descanso con una mínima renta de dos puntos (36-34).
Tras la reanudación, el cuadro guipuzcoano apretó en su zona, intensificando la defensa, con el objetivo de hacerse con el control definitivo del juego lo que, añadido al acierto exterior, derivó en una diferencia de cuatro puntos para el Lagun Aro (47-51), que Casas intentó atajar con un tiempo muerto.
El CB Valladolid conservó la calma y, merced a la dupla Andjusic-Cvetinovic, bien conducida por Rowe, supo equilibrar el resultado, si bien los de Sito Alonso consiguieron acabar por delante con una última canasta de Jason Robinson, el mejor del cuadro vasco (55-57).
Con todas las opciones abiertas, el último cuarto lo afrontaron los donostiarras con gran intensidad y, gracias a la efectividad de Robinson y una mayor presión en defensa, aumentaron la renta hasta los ocho puntos (59-67), ante la inoperancia de los locales a la hora de impedir los lanzamientos del rival y de organizarse como equipo.
Casas optó por dejar en el banquillo al mejor del CB Valladolid, Cvetinovic, dando entrada a un nulo Sinanovic y dejando al equipo a la deriva de un Lagun Aro que no perdonó y siguió incrementando las diferencias hasta el definitivo 64-83 para dejar a los locales con 53 puntos de valoración por los 101 del cuadro vasco.