Un gol de David Villa en el minuto 92 permitió al FC Barcelona sumar su sexta victoria (2-3) consecutiva en la Liga BBVA después de remontar un 2-0 a un inmenso Sevilla, que mereció más y que pagó excesivamente cara la expulsión de Medel a 20 minutos del final.
El Barça estaba muerto a la hora de partido. Con 2-0 en contra, el escenario cambió por completo. Medel vio la roja por 'agredir' a Cesc y acto seguido, el canterano culé recortó distancias con un certero disparo. El cerebro blaugrana inyectó adrenalina en los suyos y giró el sentido del choque.
Y eso que el Sevilla no mordió de inicio, algo que sí propuso al Real Madrid, pero se protegió muy bien sobre su área, con un Palop enorme. El guardameta levantino, pese a sus 38 años, se encuentra en un excelente momento y fue clave en dos faltas. Una de ellas en un balón que Messi dibujó a la escuadra, pero despejó a córner.
El Sevilla construyó su ventaja sobre estas variables, sobre todo por la consistencia de la pareja Maduro-Medel, insustanciales por sí solos, pero favorecidos al calor el uno del otro. Rakitic, además, se movió entre líneas para estorbar la creación blaugrana, algo más triste desde que no está Iniesta.
Y fue Trochowski quien quebró la igualdad. El polaco, héroe inesperado frente al Real Madrid, reclamó un hueco en las portadas del domingo y batió a Valdés con un disparo seco, ante la oposición de un irregular Dani Alves, que ni se inmutó ante la sacudida del sevillista. Mejor imposible, los de Pizjuán ya tenían lo que querían.
Con el exiguo colchón al descanso (1-0), los de Tito Vilanova no modificaron un ápice su forma de entender el envite. El acelerador no llegaba hasta el fondo y el Sevilla continuaba creciendo. Tanto fue así que Negredo, nada más comenzar el segundo acto, retrató a Song y puso al Barça en la lona, desangrado, sin su brillantez habitual.
EXPULSIÓN DE MEDEL Y REMONTADA DE FÁBREGAS.
Con el 2-0, la historia cambió por completo. La 'agresión' de Medel, que buscó con su cabeza a Fábregas y el gol 'ipso facto' templaron la efervescencia local. Todo esto parecía tenerlo preparado el Barça, sin el pincel fino de los últimos años, pero con el hambre afilado para pelear el partido.
Y tanto fue así que una triangulación entre Messi y Fábregas acabó en las botas del catalán, que fusiló a Palop en el minuto 89. El Sevilla --que reprochó manos de Thiago en el rechace anterior-- no se lo podía creer, pero lo peor llegó en el tiempo de descuento. Villa, que arrebañó un balón en el área de castigo terminó de tumbar al Sevilla, que mereció --como poco-- haber sacado algo positivo de la visita del Barça.
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