El argentino Leo Messi aseveró que "es fácil llevarse bien" con Kylian Mbappé, compañero en el París Saint-Germain (PSG), y desveló que el delantero francés "habla perfectamente español".
Messi, de 34 años, concedió su primera gran entrevista desde que debutó con el PSG a la revista France Football, organizadora del Balón de Oro y que acaba de divulgar los 30 candidatos al premio que se dará a finales de noviembre.
La relación con Mbappé, la Copa América que ganó con Argentina y la adaptación a París, su nueva ciudad después de dos décadas en Barcelona, coparon una buena parte de la entrevista.
"Con un jugador como él (Mbappé), es fácil llevarse bien, además habla español perfecto, así que también hemos hablado bastante fuera del terreno de juego. Eso facilita. Hace poco que he llegado y todavía es prematuro sacar conclusiones, pero estoy seguro que irá bien", expuso.
El número "30" del PSG confesó que no le dio consejos a Mbappé, cuando estuvo cerca de fichar por el Real Madrid en verano: "Yo acababa de llegar y no lo conocía lo suficiente como para darle consejos. Un poco como todo el mundo, estaba esperando a ver qué pasaba. Se quedó y para mí es una gran felicidad", refirió.
El argentino fue cuestionado entre la diferente del trío que formó en el Barcelona, con Neymar y Luis Suárez, y en el que participa ahora, también con Neymar, pero con Mbappé, en lugar de Suárez.
"Primero la edad, en el primer tridente éramos más jóvenes (risas). El joven hoy es Kylian (...) Luis es un puro 9, atacante de área, que marca muchísimos goles; a Kylian le encanta tocar el balón, es fuerte y tremendamente rápido, te mata si le dejas el mínimo espacio y también anota mucho", analizó.
Messi recordó que su salida del Barcelona era inesperada e indeseada en ese momento y agradeció al PSG porque fue "el equipo que mostró un verdadero interés" en ficharlo.
"Hoy estoy muy feliz por estar aquí (...) Es una nueva experiencia de vida, un gran cambio e intento, poco a poco, adaptarme", indicó el jugador, quien aseveró no "haberse equivocado" por haber venido a París.
Reconoció que la presencia de Neymar y la de sus compatriotas Angel di María, Leandro Paredes y Mauricio Pochettino fue crucial para fichar por la entidad parisina, con los que comparte también idioma.
Sobre la adaptación al día a día parisino, asumió cierto hartazgo por seguir viviendo en un hotel, aunque en líneas generales destacó que va "bien".
"Todavía estamos en el hotel y se empieza a hacer largo. Los chicos (tiene tres hijos) han comenzado la escuela y no es fácil hacer la ida y vuelta desde el hotel. Estamos deseando instalarnos en nuestra nueva casa y poder comenzar la nueva rutina", apuntó.
De la Copa América que levantó con la selección argentina este julio en Brasil, el primer título que vence con la Albiceleste después de perder numerosas finales, dijo que fue como "quitarse una espina del pie".
"Hubiese tenido un sentimiento extraño dentro de mí si hubiese acabado mi carrera sin haber vencido un título con mi país (...) Era el título que me faltaba", expuso.
Acerca de la Liga de Campeones, que el PSG busca con ansia desde hace una década, Messi opinó que el equipo "tiene todas las armas" para ganarla, aunque el grado de dificultad sea alto.
Del Balón de Oro, que el argentino ganó más que nadie (6), aseguró que este año no se ve como favorito y recordó que esos premios individuales son fruto del trabajo colectivo.
"Nunca me he centrando en ganarlos. Ha sido la consecuencia de victorias colectivas y del buen trabajo hecho. Si el equipo juega bien y tiene rendimiento, las individualidades brillan también", concluyó.
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