De vuelta a Ítaca

¡Que vienen los inmigrantes!

Charlatanes que son capaces de convencer a algunos a fuerza de repetir sus mentiras hasta que acaban convirtiéndose en verdad...

Publicado: 17/01/2019 ·
18:57
· Actualizado: 17/01/2019 · 18:57
Publicidad AiPublicidad AiPublicidad Ai
Autor

Alejandro Sánchez Moreno

Alejandro Sánchez Moreno nació en Sevilla. Es docente e historiador. Especialista en historia del movimiento obrero andaluz

De vuelta a Ítaca

Análisis de cuestiones, tanto históricas como de actualidad, desde una visión crítica de nuestra realidad política, económica y social

VISITAR BLOG

Las pasadas fiestas navideñas, la hermana de mi mujer vino a tomar café a casa con su marido y sus niñas. Mi cuñado es italiano, y como era previsible, entre bocado y bocado del roscón, acabamos hablando de política. Desde luego que lo de ellos con Salvini y lo nuestro con Vox son cuestiones demasiado golosas y de actualidad como para obviarlas en una charla entre andaluces e italianos. Y así, acabamos hablamos del racismo, y de cómo ciertos discursos alarmistas estaban calando entre la población, a pesar de que tanto aquí como allí, las tasas de inmigración son mucho menores que las que había hacía tan solo unos años. Para ilustrar la conversación, mi cuñado -que es cuñado pero no cumple con el malicioso estereotipo de charlatán que se les asigna a esos familiares-, nos relató una curiosa anécdota que vivió este verano cuando fue a ver a su familia. Él, que es oriundo de la Cerdeña más profunda, en aquel viaje tuvo que oír en una visita a sus tías, que Italia estaba siendo invadida, algo de lo que las dos mujeres estaban convencidísimas por lo que escuchaban en ciertos medios, aunque según mi cuñado, aquellas ancianas ni siquiera habían visto nunca a un inmigrante de cerca.

La anécdota me hizo reír, y mucho, hasta que fui consciente de que aquello no tenía nada de gracioso. Fíjense ustedes que somos el segundo país europeo (solamente superados por Italia, precisamente) con la percepción más distorsionada sobre las cifras reales de inmigración. Y es que los españoles creemos que los inmigrantes suponen el 23,2% de la población del país, cuando la realidad es que apenas llegan al 8%. Estas cifras, desde luego son muy bajas en comparación a otros países del entorno, y además han ido cayendo desde la crisis mientras aumentaba el número de compatriotas que salían de España en busca de unas oportunidades que aquí se les niega. Pero parece que la realidad no importa a ciertos charlatanes, que son capaces de convencer a algunos a fuerza de repetir sus mentiras hasta que acaban convirtiéndose en verdad. Sus presas preferidas son fáciles de encontrar, pues son toda esa gente ignorante que no tiene tiempo de contrastar la información y que han conseguido que, según el CIS, la preocupación de los españoles por este tema haya subido cuatro puntos tan solo en el último mes.

Porque la verdad importa poco hoy. Y da igual que los datos demuestren que los inmigrantes no acaparan las ayudas sociales, o que no llegan a ser ni el 1% de los pensionistas, o que reciban por prestaciones mucho menos de lo que aportan a las arcas públicas. Un simple rumor será suficiente, y nos creeremos que los chinos no pagan impuestos y se saltan las normativas de horarios, o que los asesinatos machistas son protagonizados por sudamericanos y marroquíes, o que las bandas latinas controlan los barrios periféricos de nuestras ciudades… o lo que sea. Porque la extrema derecha tiene que crecer, y sabe cómo hacerlo. Como lo hicieron siempre en lugares como la Alemania Nazi, la Italia de Salvini o la América de Trump. Buscando a falsos culpables de los que inventarán mil y una maldades que acapararán toda nuestra atención, mientras que aquellos que nos condenan se van de rositas porque nadie los señalará mientras los pobres se estén peleando entre ellos. Que Dios nos coja confesados, porque esta gente ha llegado ya y su intención es la de quedarse.

Envía tu noticia a: participa@andaluciainformacion.es

TE RECOMENDAMOS

ÚNETE A NUESTRO BOLETÍN