Curioso Empedernido

Unos contra otros

Resulta saludable democráticamente que se produzcan discrepancias y diferencias de ideas, posiciones y criterios. Esto nos hace avanzar

Publicado: 08/03/2018 ·
12:52
· Actualizado: 08/03/2018 · 12:52
Autor

Juan Antonio Palacios

Juan Antonio Palacios es observador de la conducta humana, analista de la realidad y creador de personajes literarios

Curioso Empedernido

Curioso empedernido. Curioso de las tres pes, por psicología, la política y el periodismo, y alérgico a las fronteras y murallas

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No pretendemos que en un ejercicio de buenismo , nuestros políticos estén todo el día dándose besos y abrazos, confesándose en todos los escenarios sociales y mediáticos, lo mucho que se quieren , además de irreal sería una burda mentira. Ya en bastantes ocasiones tenemos la sensación de que nos toman el pelo.-

Es necesario que como contempla la filosofía hegeliana y recogió posteriormente el marxismo, se dé la tríada dialéctica, de tesis, antítesis y síntesis. Resulta saludable democráticamente que se produzcan discrepancias y diferencias de ideas, posiciones y criterios. Esto nos hace avanzar y conseguir construir una sociedad mejor y más justa.

Distinto es cuando , como vemos hoy en día, muchos debates y discusiones  , se transforman en puras batallas dialécticas de unos contra otros, y en la mayoría de las ocasiones en un diálogo de besugos o en una sucesión de monólogos en los que todos repiten cual papagayos , los mismos argumentos desde la mañana a la noche.

De la misma forma, que la unicidad produce adormecimiento, el ruido de quienes solo oyen sus voces y atienden a sus argumentos sin reparar en los de los otros, empobrece algo tan rico y tan útil como debería ser la política. Pasar por la vida sin sembrar concordias y solo procurar enfrentamientos es un triste afán.

Es un verdadero lujo encontrar a alguien que desde la defensa de sus ideas, es capaz en muchos momentos de llegar a acuerdos con sus adversarios, anteponiendo  los intereses generales sobre cualquiera de los particulares. Teniendo la visión de lo global sobre la pobreza de no ver más allá de sus narices.

Entre magias y abracadabras, leyendas y fabulas vamos fabricando la épica de unos contra otros, en lugar de buscar lugares de encuentros y acuerdos, como si no fuéramos capaces de encontrar soluciones a los problemas que los ciudadanos nos plantean.

La gente muestra una desafección hacia sus políticos, porque lo que más espera de ellos, es lo que menos encuentra, un compromiso firme para que pongan todo su empeño en resolver sus problemas y descubre que la mayoría suelen dedicar su tiempo en el inútil deporte de unos contra otros, en lugar de aportar soluciones a los muchos problemas de la sociedad.

Envueltos entre lluvias, vientos y tormentas, se nos va la olla sin poder argumentar que lo normal son las razones y no las excepciones, que no podemos permitir que nadie intente enterrar ni olvidar una fechoría y que además quieren silenciar nuestra voz de protesta y rebeldía.

Quienes solo ven en la política su preponderancia con relación a los otros, en una especie de lucha permanente sin posibilidad de diálogo y acuerdo, se equivocan. La gente manifiesta sus necesidades a través de dos grandes mecanismos: Sus demandas en el mercado y sus votaciones electorales en favor de unas u otras ofertas electorales.

Por tanto, hay dos cosas que castigan, la primera cuando ponen en peligro la estabilidad de la comunidad, dedicándose al inútil ejercicio del enfrentamiento permanente y cortando los puentes del dialogo. La otra que a la ciudadanía no le gusta nada de nada, es que el voto que ellos depositaron en las urnas se demuestre que es inútil  y no sirve para nada.

Si nos damos cuenta, todo nos lleva a la continua reflexión sobre la relación dinámica entre nosotros, como individuos, y la sociedad de la que formamos parte. Seamos coherentes para resolver nuestras contradicciones.
          

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